El Giulia es el modelo que nació con el objetivo de representar una nueva Alfa Romeo, con una orientación más Premium pero sin dejar de lado su tradición deportiva ni mucho menos su ADN estético italiano. Si bien sus ventas no lograron despegar del todo, algo que en parte podría atribuirse a la caída en la demanda de los sedanes, la firma del Biscione sigue apostando por su producto estrella y sobre todo por su lado más pasional: en el marco del inicio de los festejos por sus 110 años de historia, presentó las versiones GTA y GTAm, las más extremas de la gama, con una potencia de hasta 540 CV y configuración biplaza.
La sigla GTA –por Gran Turismo Alleggerita” remite a una denominación histórica de la marca italiana y nació en 1965 con el Giulia Sprint GTA. Precisamente a 55 años de su presentación, llega el turno de su sucesor espiritual, con el mismo nombre, desarrollo especial de Sauber Engineering y por supuesto, una reducción de peso.
Aprovechando su alianza en la Fórmula 1, Alfa Romeo encargó a Sauber el desarrollo de un kit aerodinámico específico, compuesto por el agresivo paragolpes delantero con una suerte de bigote de fibra de carbono que direcciona el aire hacia los extremos, zócalos, llantas de aleación, pasarruedas, un enorme difusor trasero y alerón, también construidos en fibra de carbono. Por si faltaba algo más para exaltar la deportividad y agresividad de su diseño, remata el sector posterior la doble salida de escape central firmada por Akrapovic que prometen un sonido a la altura de las circunstancias.
Puertas adentro también se respira ese aire tan cercano a la competición con numerosos apliques en fibra de carbono en el tablero, el volante y la consola central. Todas las costuras son de color rojo y los revestimientos del torpedo, las butacas y los paneles de las puertas combinan un mix de cuero y alcantara. La particularidad del GTAm es que además de las butacas deportivas delanteras Sabelt con cinturones de seguridad de competición –de seis puntos. es que prescinde de las plazas traseras y cuenta a la vez con una jaula de seguridad.
Claro que además de la personalización y el aligeramiento de peso, para lucir la sigla GTA, el Giulia también debía contar con una mecánica diferenciada. Tomando como base la versión QV o Quadrifoglio, con el V6 biturbo de 2.9 litros de origen Ferrari, Alfa Romeo llevó la potencia hasta los 540 CV (+30 CV), a la vez que redujo el peso hasta los 1.520 kg en el caso del GTAm, manteniendo la caja automática de 8 marchas. Así, acelera de 0 a 100 km/h en apenas 3,6 segundos, aprovechando la función Launch Control.
Adicionalmente, la compañía también trabajó en la suspensión, con una puesta a punto específica de los amortiguadores y cada uno de sus componentes, así como en las trochas, que fueron ensanchadas en 50 mm y los frenos, de alto rendimiento.
Quienes quieran adquirir una unidad de la GTA o GTAm deberán apurarse: sólo serán construidas 500 unidades. Eso sí, Alfa Romeo garantizará que la experiencia de compra sea única: además de las características propias del auto, sus clientes recibirán un kit de bienvenida con un casco Bell, buzo antiflama de competición, zapatillas Alpinestars y un curso de conducción en circuito.
