62 plantas de fabricación de General Motors han logrado el estado de “residuos 0” al reciclar o reutilizar todos los residuos habituales de las plantas, lo cual implica que el 43% de sus plantas manufactureras del mundo ya no envían sus residuos de fabricación a los rellenos.
Las plantas de GM libres de residuos incluyen 27 instalaciones en Norteamérica, 21 en Asia Pacífico y Latinoamérica y 14 instalaciones en Europa.
En promedio, más del 97% de los desperdicios provenientes de las plantas de GM de “residuos 0” son reciclados o reutilizados, y cerca del 3% es convertido en energía en instalaciones que transforman basura en energía, y se reemplazan así los combustibles fósiles.
“Estamos buscando activamente formas de mejorar la economía del combustible, reducir el consumo de petróleo y las emisiones CO2 de nuestros vehículos. Sin embargo, nuestro trabajo va más allá de nuestros vehículos, intenta mejorar, además, el desempeño ambiental de nuestras operaciones”, comentó Mike Robinson, vicepresidente de Medio Ambiente, Energía y Política de Seguridad de GM.
Más de 2 millones de toneladas de desechos de materiales serán reciclados o reutilizados en las plantas de GM en todo el mundo en el año en curso. Otras 45.000 toneladas serán convertidas a energía en instalaciones que transforman residuos en energía. Aunque las plantas “residuos 0” reciclan o reutilizan sus residuos de alguna manera, otras plantas de GM también logran altos niveles de reciclado. En líneas generales, las plantas de GM a nivel global actualmente reciclan más del 90% de los desechos que generan.
La eliminación y el reciclado de desechos en las plantas de “residuos 0” de GM y demás instalaciones evitarán que ingresen a la atmósfera, este año, más de 3 millones de toneladas métricas de emisiones de dióxido de carbono equivalente. Otro beneficio ambiental es el de evitar impactos potenciales al medioambiente producidos por los desechos de los rellenos sanitarios. Asimismo, el reciclado de materiales en nuevos productos reduce el uso de energía y los costos de fabricación, comparado con la utilización de materias primas.
Algunos de los materiales reciclados en las plantas de “residuos 0” de GM este año incluirán 650.000 toneladas de desechos de metal, 16.600 toneladas de madera, 21.600 toneladas de cartón y 3.600 toneladas de plástico.
Parte del desafío de alcanzar el estado de “residuos 0” consiste en encontrar usos para los materiales reciclables. En estas plantas de GM, aún el residuo más pequeño es sometido a una reutilización productiva.
De hecho, GM explora las oportunidades para utilizar productos de desecho reciclados desde su propia planta manufacturera para piezas de vehículos nuevos. Esto permite un proceso cerrado en el que GM puede hacer que los desechos, que de otro modo irían a rellenos sanitarios, sean utilizados como piezas en un producto nuevo. Por ejemplo, el soporte del techo del Buick LaCrosse 2010 es fabricado de caja de embalaje de cartón recicladas de una de las plantas de sellado de la compañía. De esta forma, GM trabaja en colaboración con los proveedores en el desarrollo de estos sistemas cerrados y en los usos de productos de desecho reciclados.
GM fue una de las primeras organizaciones –y hasta ahora es la única empresa automotriz– instalada dentro del Salón de la Fama de U.S. EPA WasteWise. Este reconocimiento fue el resultado de continuos esfuerzos sobresalientes de reducción y reciclaje de desechos en GM.
En el Complejo Automotor que GM posee en Argentina, el programa de reciclado que se usa permitió tratar el 98,3% de los residuos en el último año. Asimismo, algunos de los residuos se utilizan para la fabricación de otros productos tales como cepillos y escobas, techos, pisos y mangos de madera, cajas para luz y piezas para ventiladores de techo, entre otros. Por otra parte, en su Planta de Rosario, GM también se esfuerza por usar el agua lo más eficientemente posible, de tal forma que posee una Planta de Efluentes, en donde son tratados todos estos desperdicios antes de ser descargados, de acuerdo con las regulaciones municipales, provinciales y nacionales. Esta planta de última generación tiene una capacidad para tratar 60.000 litros por hora. El efluente procesado pasa por un estanque con peces antes de enviarlo al curso de agua correspondiente (Arroyo Frías). De esta manera, se puede ver que el efluente final no afecta a las especies acuáticas y es totalmente seguro para ser enviado a un curso de agua natural.