Hace tres décadas atrás, nació un modelo que se convertiría rápidamente en un ícono, tanto para la marca como para sus miles de seguidores en todo el mundo. Predecesor del actual concepto de SUV -el segmento de mayor auge en los últimos años-, supo encontrar un punto de equilibrio entre la rusticidad de los antiguos todoterreno, con la comodidad y versatilidad para uso diario, sumándole además la confiabilidad propia de la industria japonesa: el Suzuki Vitara.
¿Quién no recuerda los primeros que ingresaron al país allá por la década del 90? Compactos, algunos con gráficos estridentes y ni hablar de la versión Sidekick descapotable, que hasta ahora sigue siendo muy valorada (no es difícil encontrar algunas unidades publicadas en más de $160.000). En plena época en que volvían a pisar fuerte las marcas importadas, el pequeño Vitara era toda una novedad. En realidad, el 4×4 de Suzuki comenzó a desarrollarse en 1987, para ser presentado en sociedad en 1988 durante el Salón del Automóvil de Tokio. Dimensiones acotadas para maniobrar cómodamente en ciudad, posición de manejo elevada, completo equipamiento de confort (aire acondicionado, levantavidrios eléctricos, stereo con pasacasete, etc), amplio espacio interior… todo lo que ofrecen ahora los SUV, pero el producto nipón no dejaba de lado su perfil aventurero: como los 4×4 tradicionales, seguía contando con chasis de largueros y caja de transferencia con reductora para desempeñarse muy satisfactoriamente también en off road. Mecánicamente contaba con un económico motor naftero (con carburador de dos bocas, todavía eran tiempos de inyección…) de 1.590 cm3 y 74 CV, combinado con una transmisión manual de 5 velocidades. Este primer Vitara fue el que inició el mito, que continuaría gestándose en ediciones posteriores.
La segunda generación daba un salto hacia la modernidad. Aquellos trazos rectos y afilados dieron lugar a líneas bien redondeadas y un aumento en las dimensiones y el equipamiento –especialmente el de seguridad-, pero respetando la filosofía mecánica: chasis, motor pequeño y reductora. Se comercializó en versiones de 3 y 5 puertas, con motor naftero 1.6 (a inyección) de 93 CV o turbodiésel -de origen Mazda- con 87 CV, ambas opciones acopladas a una caja manual de 5 marchas. Un hito muy importante de esta generación es que llegó a producirse durante varios años en la planta de GM en Alvear (Santa Fe), comercializada tanto por Suzuki como por Chevrolet con la denominación Grand Vitara. Previo a su reemplazo, arribó al país una inédita versión de siete plazas.
La tercera evolución de la Vitara (JIII) volvió a los trazos rectos de su origen, líneas sobrias y simples que hicieron que se transforme en un producto bastante atemporal, con pocos cambios desde que fue lanzada en 2005. Más de diez años después aún sigue siendo muy demandada a tal punto de que todavía no está previsto el cese de su producción. Disponible con un motor naftero 2.4 de 165 CV con caja manual de 5 marchas o automática de 4 y notables avances en confort y seguridad, en nuestro país protagonizó la retirada y también el esperado regreso de Suzuki al mercado. Actualmente se comercializa en versiones de 3 y 5 puertas, a U$S30.000 y U$S45.000 respectivamente, siempre con reductora y el clásico chasis de largueros.
En un mundo globalizado en el que los todoterreno con auténticas capacidades off road son productos casi de nicho, Suzuki tenía que adaptarse a las demandas del público actual, por lo que desarrolló la New Vitara, con un diseño moderno, colores llamativos, buen equipamiento de confort y seguridad y un perfil más urbano. Ya sin chasis de largueros pero sí con un eficiente sistema de tracción denominado AllGrip, que la ayuda a desempeñarse muy bien fuera del asfalto. Esta New Vitara proveniente de Hungría no reemplaza a la Grand Vitara, sino que la complemente, apuntando a dos tipos de usuarios distintos. Con un motor naftero 1.6 de 120 CV, caja manual de 5 marchas o automática de seis, opciones 4×2 y 4×4, se vende con precios que van desde los U$S27.000 a U$S41.000.
Treinta años de un ícono de la industria japonesa, que supo adaptarse a los tiempos que corren pero siempre manteniendo vivo su perfil aventurero. Con tantas novedades y nuevos modelos que llegan prácticamente todos los días, se merecía un pequeño homenaje.
*Precios según ACARA junio 2017.