En estas últimas semanas el mundo del automovilismo giró en torno a la Fórmula E. A las marcas que ya estaban presentes (Renault, Jaguar, Audi y DS) se les sumará BMW como equipo oficial (ver nota), pero por si el desembarco de Porsche (ver nota) no fue suficiente, Mercedes-Benz también formará parte de la categoría de monoplazas eléctricos para 2019, pero a un costo que sorprendió a muchos: dejará el DTM.
Luego de más de 30 años de participar exitosamente en el campeonato de turismo alemán –llamado inicialmente ITC- (con una primera victoria de Volker Weider en Nurburgring en 1986, 10 títulos de pilotos, 13 de escuderías y 6 de constructores), la firma de la estrella dirá adiós a la categoría en la que brillaron el 190E Evolution, el CLK y los Clase C (tanto Coupé como sedán), entre otros modelos para enfocarse de lleno en la incipiente Fórmula Eléctrica: “Queremos ser la principal referencia en el segmento premium y buscar proyectos innovadores.
La Fórmula E es un nuevo formato que combina automovilismo con las nuevas tecnologías. La FE nos da la opción de probar la tecnología eléctrica que tanto se está popularizando alrededor del mundo y nos gusta haber aplazado nuestra entrada hasta la temporada 2019-2020; nos permitirá prepararnos mejor y entender al 100% el concepto del campeonato”, manifestó Toto Wolff, jefe de Mercedes-Benz Motorsport.
Tal como explicó Wolff, la idea de la casa de Stuttgart es utilizar la FE como banco de pruebas de su división de vehículos eléctricos, denominada EQ y que ya fue anticipada en numerosos salones del automóvil con varios concept.