Ahora sí: finalmente, luego de varias apariciones con y sin camuflaje, BMW presentó oficialmente a su nuevo SUV compacto –o como la marca lo define, Sport Activity Coupé-, el X2, como una propuesta más deportiva y diferenciada del X1, del que deriva.
Con un diseño agresivo, en el que se destacan la enorme parrilla característica de la firma de Munich y los faros Led de aspecto afilado, junto con un paragolpes con una gran toma de aire central y dos más pequeñas de formato triangular en los extremos, mantiene varios rasgos del concept que lo anticipó.
El perfil se diferencia bastante de los otros SUV de la casa alemana, con una línea de cintura ascendente y un remate bastante particular, con el logo de BMW en el pilar C, un detalle que rinde una suerte de homenaje al icónico 3.0 CSL E9. También resaltan las llantas de aleación, de variado diseño, que pueden ser de 17 hasta 20 pulgadas, dependiendo de la versión.
La parte trasera también es más arriesgada que sus hermanos de gama, con faros alargados, líneas bien marcadas, spoiler de techo y doble salida de escape. Otra característica particular es que se ofrecerá en 3 variantes distintas: Basic (de entrada de gama), M Sport (con kit deportivo M) y M Sport X (con una estética que combina detalles deportivos con otros más aventureros, como los pasarruedas y baguetas de color negro y apliques cromados, que imitan un cubrecárter).
El interior sí guarda gran similitud con el X1, especialmente en el diseño del tablero. Cuenta con instrumental analógico-digital y el sistema multimedia BMW ConnectedDrive, con pantalla táctil de 8,8 pulgadas, compatible sólo con Apple CarPlay. Promete una buena habitabilidad para cuatro pasajeros y un aún mejor espacio de carga, con 470 litros de capacidad de baúl.
Mecánicamente, fue desarrollado sobre la plataforma UKL del X1, lo que quiere decir que, al menos que la versión elegida cuente con el sistema de tracción integral xDrive, el resto dispone de tracción delantera. En un primer momento la gama de motorizaciones estará compuesta por tres opciones, una naftera XDrive20i Twin Power Turbo de 192 CV con caja automática Steptronic de doble embrague y 7 marchas o dos diésel, xDrive20d y xDrive25d, ambas con el mismo motor turbodiésel de 2.0 litros de cilindrada, con 190 y 231 CV respectivamente. En el caso de las diésel, la transmisión es también es automática (Steptronic), pero con convertidor de par y 8 velocidades.
Más adelante se sumarán el sDrive18i (tracción simple), con un propulsor naftero 1.5 Twin Power Turbo de tres cilindros y 140 CV, con caja manual de seis marchas o automática Steptronic de 7 marchas como opción; y las diésel sDrive18d y xDrive18d, ambas con un motor de 150 CV con transmisión manual o automática.
Comercializado inicialmente en Europa, su llegada a nuestro país podría concretarse hacia finales de 2018 o principios de 2019.