Concept car Renault Dezir

El Renault Dezir es el primer proyecto dirigido por Laurens van den Acker y da la señal de partida a una serie de concept cars que ilustrarán la nueva visión del Diseño de Renault.

También sienta las bases de la línea de los futuros vehículos de la Marca. El concept car Dezir será revelado al gran público en el Salón Mundial de París de 2010.

Inspirándose en el nuevo lema de la Marca «Drive the change», la Dirección de Diseño, a cargo de Laurens van den Acker, se nutre de las raíces que conforman la identidad de Renault y expresa toda la dimensión humana de la empresa a través de una nueva estrategia basada en el ciclo de la vida. Esta visión crea así el vínculo entre la Marca y los clientes en cada momento de su vida: cuando se enamoran, descubren el mundo, crean una familia, trabajan, disfrutan del ocio y llegan a la edad de la sabiduría.

Esta estrategia acompaña la definición de un nuevo lenguaje estilístico inspirado en tres palabras clave, en consonancia con la visión de la Marca: «sencillo», «sensual» y «acogedor». Dentro de esta estrategia, los concept car ilustrarán dicha visión y anunciarán el plan de producto para crear una oferta coherente, clara y sencilla.

Materializa la nueva orientación del diseño de la Marca y da la señal de partida a la estrategia basada en el ciclo de la vida. La primera, «enamorarse», queda perfectamente reflejada por el estilo poderoso y sensual y el color rojo pasión del Dezir. Su diseño acogedor despierta los sentidos, muy al estilo Renault».

La fluidez se expresa desde los primeros esbozos, con unas formas sencillas y unos volúmenes generosos. El diseñador de exteriores Yann Jarsalle confiesa: «El elemento líquido, el movimiento de las olas y los contrastes de luz que crean las superficies onduladas han sido mi primera fuente de inspiración. Me he inspirado más en la escultura que en la arquitectura, y he dibujado directamente volúmenes, no superficies unidas por líneas».

Con la forma de un coupé de dos plazas, esculpido pero de una lectura muy sencilla. Sus formas resaltan los guardabarros que dan cobijo a unas llantas de 21 pulgadas cuyo diseño expresa el movimiento. Los laterales alternan formas rellenas y huecas, jugando así con los contrastes de luz.

La «Z» que contiene su nombre es una referencia directa a la etiqueta Z.E. (por cero emisiones) y sus elementos de estilo reflejan la técnica y la ligereza, atributos naturales del auto eléctrico. De este modo, el diseño ahuecado y las estrías de la entrada de aire del paragolpes delantero y de toda la parte trasera le confieren ligereza y permiten guiar el flujo de aire de adelante hacia atrás, para enfriar así la batería.

Las superficies rizadas (paneles laterales de aluminio, parte superior del techo y «párpados» de la óptica delantera) contrastan con esta piel fluida y lisa y le aportan ritmo al conjunto. El diseño de estos elementos evoca de algún modo el encrespamiento que el viento dibuja en la superficie del agua y el toque de tecnicidad lo aporta el tratamiento geométrico del material.
El rojo brillante se anima gracias al recorte gráfico de las piezas laterales de aluminio perforado.

El dibujo geométrico de las partes acristaladas simplifica la lectura del conjunto del concept car y evoca la cabina de un caza o el puesto de conducción de algunos autos deportivos de carreras de resistencia. El auto cuenta con dos cámaras de retrovisión que ofrecen una vista panorámica a pesar de que carezca de luneta trasera.

Para subrayar la pertenencia a la Marca, una entrada de aire que se ha dibujado en torno a un rombo más ancho y vertical atraviesa el frente delantero del Dezir a todo lo ancho. El color oscuro de la parrilla de entrada de aire resalta por contraste con el rombo cromado y facilita aún más la lectura del modelo.

Como herencia del lenguaje formal de Renault, las bocas laterales están integradas en la forma de la entrada de aire. Los faros, situados encima de las bocas, están asimismo integrados en el diseño de la entrada de aire.

Los faros están concebidos como prismas retroiluminados, consiguiendo así un aspecto muy gráfico. Las perforaciones de los «párpados» proporcionan un aspecto técnico y le otorgan al Renault Dezir una impronta luminosa específica.
Las luces traseras se transforman en una franja de luz que parece suspendida a todo lo ancho del vehículo. El emblema Renault aprovecha el escenario que le brinda la retroiluminación de la rejilla trasera y parece flotar en medio de esta superficie.

Las puertas en élitro, un guiño a la pasión por el automóvil, se abren sobre un interior refinado. Su cinemática invertida simboliza la complementariedad amorosa, el ying y el yang.

El diseño interior expresa ligereza,  Stéphane Maïore, diseñador de interiores, nos explica que «el amor es un sentimiento que nos eleva y da alas». Y Stéphanie Petit, diseñador de Colores y Materiales, añade: «A bordo del Dezir, uno se siente como en una nube». Sus formas son suaves y ligeras. El color dominante es el blanco, salpicado del mismo rojo pasión que en el exterior. Al igual que los sentimientos que evocan, los materiales son preciosos: piel blanca para los asientos, el tablero y el piso, pintura laca roja para la consola y los accesorios.

Los asientos forman un auténtico nido en tándem. Para terminar de expresar la pasión compartida y la ligereza, el asiento se ha realizado con elementos de cuero blanco (acolchado para el pasajero y liso para el conductor) enlazados unos con otros, como para traducir el movimiento de atracción mutua.

El diseño interior se inspira en el encuentro amoroso y juega uniendo a los opuestos:
– El puesto de conducción de tipo cockpit contrasta con la ligereza del tablero y con el estilo tocador que transmite el asiento de cuero blanco.
– El panel de la puerta del conductor está lacada en rojo brillante mientras que la del lado del pasajero es de cuero blanco.
– El tablero contrapone dos tipos de acabado: una parte forrada de piel blanca y otra rizada, más técnica, siguiendo el mismo principio que en el exterior.
– El asiento blanco queda suspendido sobre un fondo luminoso rojizo que simboliza la pasión. Esta iluminación sigue el ritmo regular de pulsaciones que sugieren el latido del corazón.
– La consola central parece presentar la palanca de cambios al conductor y ponerla a su alcance.
– La caja de velocidades rodea los pétalos luminosos que indican las relaciones de cambio.
– Un armazón rojo envuelve la columna de dirección hasta el buje.