Volvo es uno de los fabricantes que más se preocupan por la seguridad, tanto en su gama de autos como en sus camiones. Justamente, en su línea de vehículos pesados, la marca sueca fue pionera en introducir los controles de tracción y estabilidad, frenos con ABS, airbag y más recientemente, una serie de asistentes de conducción como el control de crucero adaptativo o el sistema de frenado automático.
Siguiendo con estas investigaciones y desarrollos en materia de seguridad, Volvo presentó otras dos funciones que trabajan en conjunto con el sistema de Dirección Dinámica, denominados: Asistencia para la Estabilidad y Asistencia para Permanencia en el Carril.
La primera de ellas funciona, como su nombre lo indica, con el control de estabilidad. Los sensores del chasis controlan de forma continuada la velocidad de rotación (derrape) del camión y cuando se detecta la más mínima tendencia a derrapar, el sistema se activa y aporta una ligera asistencia en el volante para ayudar al conductor a girar en dirección contraria y estabilizar el vehículo.
La segunda, opera a velocidades superiores a 55 km/h. El sistema supervisa la posición del vehículo con cámaras. Cuando detecta que el camión corre el riesgo de salirse del carril actual, la dirección se activa y ayuda al conductor a recuperar la dirección deseada. Si es necesaria una asistencia adicional, se alerta al conductor mediante una suave vibración en el volante, en lugar de con un sonido de advertencia.
Para explicar su funcionamiento en uso real, Carl Johan Almqvist, director de seguridad vial y de productos de Volvo Trucks, ejemplificó: «Imagínese que va conduciendo por una superficie húmeda y resbaladiza y, de repente, nota que la parte posterior del camión empieza a perder agarre con el asfalto. Antes de que el vehículo derrape, usted gira el volante suavemente en dirección contraria hasta que pasa el peligro. Así es exactamente como funciona la Dirección Dinámica de Volvo. La gran diferencia es que el sistema es capaz de detectar el riesgo y ayudar a estabilizar el vehículo incluso antes de que usted se dé cuenta de que está a punto de ocurrir algo».
Adicionalmente, la firma escandinava agregó una función extra que adapta la resistencia del volante a las necesidades individuales: «Cada conductor tiene una percepción distinta de lo ligero o lo resistente que debe ser el sistema de dirección. Ahora podrá ajustar la resistencia del volante exactamente como quiera para conseguir una conducción cómoda, relajada y segura. Esta es una función muy práctica, sobre todo para camiones que cambian a menudo de chofer», detalló Almqvist.
Tal como acostumbra Volvo, estos nuevos avances no se limitarán sólo a determinados mercados: la compañía sueca ya adelantó que estarán disponibles en nuestra región –y en Argentina en particular- a partir de enero del año que viene.