El 2016 será recordado por los fanáticos de Land Rover como un año bastante triste: el mítico Defender tal y como se lo conocía hasta ese momento, con poquísimos cambios a lo largo de décadas, dejaba de fabricarse. Pero se iba con una promesa, la de regresar completamente actualizado, adaptándose a los tiempos que corren pero sin renunciar a su esencia off-road.
Hasta ahora, en estos dos años mucho se especuló sobre el icónico todoterreno de la firma inglesa, pero recién ahora se van conociendo detalles más certeros: lo primero que se supo es que dejará de lado la clásica configuración de chasis de largueros por una carrocería monocasco, adoptando la misma plataforma común a los últimos productos de Land Rover. Aunque eso hace poner en duda su robustez en condiciones extremas, desde la marca hicieron hincapié en que seguirá destacándose por sus capacidades fuera del camino.
Recientemente, fue fotografiada una unidad de pruebas con un espeso camuflaje que sólo dejó ver algunos detalles de su diseño: si bien puede que conserve algún guiño al Defender original, todo parece indicar que tendrá una estética inspirada en los SUV actuales de la firma inglesa, con una figura bastante imponente en la que predominan los trazos rectos.
Y así también lo confirmó el propio Ralph Speth, CEO del Grupo Jaguar Land Rover en una entrevista con el sitio australiano CarAdvice, al revelar que no seguirán una estrategia similar a la elegida por Mercedes-Benz con el Clase G, que se renovó por completo a nivel de ingeniería, pero cuyo diseño permanece prácticamente intacto. Las intenciones de JLR es que en el Defender el cambio sea mucho más profundo, enfocándose también en la tecnología: “Es importante usar la tecnología de punta para alcanzar las metas ambientales, no podemos continuar mirando para atrás, necesitamos avanzar en ese sentido”, aseguró.
De esta manera, el nuevo Defender, que podría ser presentado hacia finales del año que viene o principios de 2020 perderá la sencillez y simplicidad que lo caracterizaban, acercándose más a los actuales productos de la marca, pero sin resignar su desempeño off-road y cumpliendo con los requerimientos de emisiones. Con esta estrategia, Land Rover estima vender hasta 5 veces más que con su antecesor, ¿lo lograrán?
