Luego del esperado regreso de esta denominación icónica para BMW, la firma de Munich continúa ampliando la gama del Serie 8, en este caso con la incorporación de su variante cabriolet, una de las que faltaba para competir de igual a igual con el Mercedes-Benz Clase S, su rival más directo.
El convertible mantiene prácticamente todas las características de diseño del Coupé, por lo que no hay cambios significativos a nivel estético, salvo, obviamente la incorporación de su techo de lona, que puede plegarse en sólo 15 segundos y a una velocidad de hasta 50 km/h. De esta manera, la marca vuelve a la fórmula tradicional al utilizar este material (en un tono negro de serie, opcionalmente se puede pedir en color antracita), dejando de lado los cabriolet de techo rígido como en el Serie 3 y 4 o el anterior Z4, mucho más pesados y con un mecanismo de apertura y cierre más complejo.
En su interior, el nivel de refinamiento, lujo y detalles es inclusive superior al del Serie 7, con revestimientos de cuero bi-tono, apliques en aluminio y hasta la selectora de cristal. El toque de sofisticación lo aportan el nuevo instrumental completamente digital de la marca (BMW Live Cockpit Proffesional), con un display de 12,3” configurable por el conductor, y una enorme pantalla táctil de 10,25” del sistema multimedia, con controles por voz y por gestos. Mención aparte para el sistema de conducción semi-autónoma, que puede acelerar, frenar o tomar curvas en la autopista, aunque requiere que el conductor conserve las manos en el volante a modo de precaución.
Esta variante descapotable se ofrecerá con las mismas mecánicas que el Coupé: la versión M850i está impulsada por un V8 twin turbo que desarrolla 530 CV y 750 Nm de torque, acoplado a una transmisión automática de 8 velocidades y un sistema de tracción integral inteligente xDrive, con con diferencial trasero activo, eje trasero direccional –que permite un mejor comportamiento en curvas y reduce el radio de giro en maniobras de estacionamiento- y suspensión con barras estabilizadores activas.
La otra alternativa, curiosamente en una época en la que este tipo de motorizaciones tiende a desaparecer, es diésel: la M840d xDrive, con un propulsor de 6 cilindros en línea y 3.0 litros, que entrega 320 CV y 680 Nm de par, acoplado a una caja automática de 8 marchas y tracción integral xDrive.
La llegada a los concesionarios europeos del Serie 8 Cabrio se dará en marzo del año que viene. Por el momento se desconoce si formará parte de la gama de la marca en nuestro país.
Por el tamaño del auto, la tecnología y público al que apunta se merecía un techo rígido retraible, si lo tiene un viejito Peugeot 206cc no se lo pueden negar a tremendo auto por encima de los 120.000 Euros seguramente.
Por más caro, lujoso y tecnológico que sea, la verdad de la milanesa es que no hay una capota blanda que no vibre con el viento a velocidad y no haga ruido, y ni hablar de la lluvia, anduve en un Z3 en ruta y el ruido de la capota es imbancable.