¿Se hará realidad?: así se vería un Volkswagen T-Cross GTI

El T-Cross es una de las novedades más recientes de Volkswagen, su esperado B-SUV finalmente fue presentado hace unas semanas atrás en simultáneo en Holanda, Brasil y China. Pero por si lo novedoso –valga la redundancia- del producto no fuera suficiente, en el Viejo Continente ya imaginan una hipotética versión GTI, tal como la que sí está disponible en la gama del Polo.

Antes de describirlo, vale hacer una importante aclaración: la imagen que ilustra la nota no es oficial sino un render muy bien logrado, obra del diseñador gráfico X-Tomi, pero que a corto o mediano plazo bien podría hacerse realizar.

Tomando como base el aspecto original del T-Cross, el diseñador le aplicó el mismo tratamiento estético del Polo GTI, como el apliue rojo que recorre la parrilla –pintada de color negro- y se extiende al interior de los faros, un detalle heredado a su vez, del Golf GTI. La personalización del sector frontal continúa con la máscara negra que une los faros antiniebla y la toma de aire inferior, otorgándole una imagen más deportiva y haciéndolo parecer un vehíuculo más ancho. También colabora en ello un spoiler frontal que tiene continuación en los laterales y la parte trasera.

De perfil se destacan las vistosas llantas de aleación de 18 pulgadas, heredadas del Polo y que en nuestra región las conocimos de los prototipos GTS del hatchback y del Virtus, ambos presentados en el Salón de San Pablo. Las barras de techo, antes de color aluminio, fueron pintadas de negro y se redujo el despeje al suelo, imaginando una puesta a punto más deportiva.

Tal como señalamos anteriormente, al tratarse de una recreación particular, no hay datos técnicos certeros ya que, al menos por ahora no está prevista la introducción de una versión de este tipo en la gama, sí algún paquete estético R-Line como ya ofrecen el T-Roc o la Tiguan europea. Allí, el T-Cross está disponible con motorizaciones nafteras y diésel que van desde los 95 a 115 CV y se espera que próximamente se sume una opción más potente, equipada con el propulsor 1.5 TSI EVO de 150 CV acoplado a una caja automática DSG de doble embrague y 7 marchas.

Por su parte, el Polo GTI utiliza el conocido motor 2.0 TSI de 200 CV, lo que indica que la plataforma MQB-A0 sobre la que está desarrollado el T-Cross está preparada para recibir dicha motorización.