El universo de los SUV’s es cada vez más amplio, abarcando cada vez más segmentos y nichos de mercados. Entre todos ellos, uno de los que más ha crecido es el de los denominados “SUV coupé” –incluso hasta marcas generalistas están empezando a presentar sus propuestas como Renault con el Arkana o Geely con el FY-11- o de alta performance, un nicho mucho más exclusivo dominado por las firmas Premium con las tres alemanas –BMW, Mercedes-Benz y Audi- como referentes, a las que podríamos sumar a Alfa Romeo con la Stelvio.
Pero la que está –o estaba- faltando es Lexus y los directivos de la marca japonesa saben bien que si quieren competir de igual a igual con estas compañías, también tienen que sumarse. Es por eso que recientemente en una entrevista Cooper Ericksen, vicepresidente de planeamiento y estrategia de la firma nipona ya adelantó que están estudiando crear su propio SUV con perfil deportivo bajo la división F, encargada de crear las versiones con mayor performance de Lexus.
Por ahora el dilema está entre desarrollar un SUV pensado para las pistas o uno con una preparación más apta para el off-road extremo –no hay que olvidar que Lexus ya cuenta con los GX y LX basados en los Land Cruiser de Toyota y cuentan con un robusto chasis de largueros-. En ambos casos la idea sería dotarlos de los avanzados sistemas híbridos ya utilizados en su gama actual.
De esta manera, si la marca se basara en los UX y NX podría contar con una propuesta para hacerle frente a los BMW X3 y X5 M, por nombrar a un producto. En cambio, si eligiese al GX o LX podría competir con el Mercedes-Benz Clase G.
Habrá que esperar a los próximos meses y salones del automóvil para conocer finalmente cuál será la decisión tomada por los directivos de la división de lujo de Toyota, en cualquiera de los casos abarcaría un nicho en el que hasta ahora no participaba.