En una época en la que los míticos propulsores V10 y V12 aspirados y de elevada cilindrada están casi en peligro de extinción, dejando su lugar a motores turboalimentados y con menos cilindros en pos de una mayor eficiencia y menores emisiones, Audi es una de las pocas automotrices que aún cuentan con una configuración de diez cilindros en V en su gama, reservada para uno de sus productos más exclusivos: el R8, que recibió esta motorización justamente hace 10 años atrás.
Para celebrarlo, nada mejor que crear una versión especial: así nació el R8 V10 Decennium, una edición limitada que se destaca por varias características particulares además de su planta impulsora. Disponible sólo con la carrocería Coupé, está pintada con el exclusivo color Gris Daytona con efecto mate. Además posee un kit estético específico, con spoiler delantero, faldones laterales y difusor trasero en color negro brillante, así como side blades laterales y carcasas de los espejos con apliques de fibra de carbono. Por su parte, las llantas de aleación de 20 pulgadas también son de diseño exclusivo y cuentan con terminación dorada.
Puertas adentro, el V10 Decennium luce una decoración inspirada en el exterior, con revestimientos en negro y detalles en fibra de carbono brillante. Las butacas deportivas, tapizadas con un mix de cuero y alcántara, cuentan con costuras en color cobre, al igual que el apoyabrazos central y los paneles de las puertas. El emblema Decennium está presente en la consola central, las puertas y sus marcos, así como también en el haz de luz que se proyecta desde la puerta al suelo, con el número de unidad. Al igual que el resto de la gama de la marca de los anillos, el R8 equipa el Audi virtual cockpit –instrumental digital configurable por el conductor- y el sistema multimedia MMI Navegation Plus.
Pasemos ahora al “homenajeado”: el V10 FSI de 5.2 litros que se luce bajo la luneta del R10 con una cuidadísima presentación –con las tapas de válvulas pintadas en color bronce, el emblema que identifica a esta motorización en el centro y numerosos apliques de fibra de carbono a su alrededor-, desarrolla en esta última evolución nada menos que 620 CV y un torque de 580 Nm, acoplado a una caja automática S-Tronic de doble embrague y 7 marchas. Esta combinación le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 3,1 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 331 km/h.
De origen Lamborghini –integrante del Grupo Volkswagen-, la firma de Ingolstadt incorporó este propulsor en el R8 a principios de 2009, con una cilindrada de 5.2 litros, inyección directa y una potencia de 525 CV. En sus sucesivas evoluciones, esta cifra aumentó a 550 CV –en el R8 V10 Plus de 2012- y a 560 CV –en el R8 GT de 2019-. Precisamente, para la segunda generación del superdeportivo –presentada en 2015-, Audi incorporó la inyección en el colector de admisión y el sistema COD de desconexión selectiva de cilindros –pudiendo funcionar en determinadas ocasiones con 5 cilindros- para mejorar su eficiencia, así en sucesivas versiones y ediciones especiales se ofreció con variantes de 540, 570, 610 y hasta 620 CV de esta Decennium Edition.
