Primer revés judicial para una automotriz china en su propio país: finalmente, y tras varios años de presentaciones en los tribunales, Land Rover ganó el juicio en el que acusaba a Jiangling Motors de copiar al Evoque con su modelo Land Wind X7, por lo que la compañía del Gigante Asiático deberá indemnizar a la firma británica –con una suma que no trascendió- y finalizar la producción de su SUV.
No hace falta observar con mucho detalle para darse cuenta de que el Land Wind X7 era una copia burda del Evoque –hasta incluso con el nombre sobre el capot como el Range Rover-, aunque eso sí, con un costo notablemente inferior: en China cuesta el equivalente a 17.100 euros, mientras que el Evoque unos 50.000 en el mercado europeo. Copiar el diseño –con apenas algunos cambios- de productos europeos o norteamericanos es desde hace años una práctica habitual en algunas automotrices chinas, pero hasta ahora la justicia de ese país, para proteger a su industria, evitaba fallar en contra, por lo que esto sienta un importante precedente que podrá aplicarse en otros casos similares.
Desde Land Rover y otros fabricantes siempre reclamaron por el perjuicio que les genera este tipo de plagio frente a las millonarias inversiones que realizan en investigación, diseño y desarrollo para sus productos, además de la mala imagen que les puede ocasionar entre sus consumidores. De hecho, una de las acusaciones de la automotriz británica es que el diseño similar al Evoque “llevó a una confusión generalizada de los clientes”.
El fallo del Tribubal del Distrito de Chaoyang (Beijing) consideró que el Land Wind X7 ha copiado por lo menos cinco elementos de diseño del Evoque, por lo que Jianling debe cesar de inmediato con las ventas y fabricación de su producto, algo que en la práctica es muy probable que no se concrete, ya que con una actualización de diseño estas similitudes se podrán atenuar y además la primera generación del SUV inglés ya dejó de producirse.
Al respecto, Keith Benjamin, Jefe de Asuntos Legales de Jaguar-Land Rover se manifestó bastante satisfecho con la resolución de la justicia china: “Esta decisión es una clara señal de que la ley se está implementando de manera apropiada para proteger a los consumidores y defender sus derechos para que no sean confundidos, mientras que se protege la inversión empresarial en diseño e innovación”, destacó. ¿Comenzará una ola de juicios y fallos similares? Las posibilidades de un fallo positivo para los fabricantes occidentales siguen siendo pocas, pero por lo visto, ya no son imposibles.