Nueva Ford Kuga: replanteo generacional

Más crossover, más deportiva y más ecológica. Así podríamos definir a la tercera generación de la Ford Kuga, presentada ayer –feriado en nuestro país- en Amsterdam, que deja un poco de lado el formato de SUV para mostrar una propuesta más dinámica y emparentada con el Focus IV, con el que comparte la plataforma C.

Los cambios están a la vista: la Kuga dejó de lado los trazos rectos y afilados, que le daban una imagen de mayor porte y robustez, por una estética más moderna y estilizada, lo que también se tradujo en dimensiones. Esta nueva generación es más larga (+8,9 cm) y ancha (+4 cm), con una mayor distancia entre ejes, pero bastante más baja (-2 cm) que la que se comercializa actualmente en nuestro mercado. A la vez, la rigidez torsional aumentó un 10%, mientras que el peso se redujo en 90 kilos.

Sus líneas ya habían sido anticipadas de manera oficial con una serie de teasers publicados hace unos días atrás por la marca del óvalo, pero también –y más claramente- por fotos espías tomadas durante su fase de pruebas. En el sector frontal se destaca la enorme toma de aire con una grilla tipo panal de abejas y los faros, también más grandes, ubicados en una posición más alta. La trompa es mucho más larga que en la actual, detalle que se puede percibir más claramente mirándola de perfil. Los laterales también son completamente distintos, con una línea de cintura algo más baja y una tercera ventanilla de formato triangular en el pilar C. La parte trasera comparte un gran parecido con el Focus, especialmente en el diseño de los faros.

En Europa, la Kuga contará con una amplia gama de versiones, que también variará en su estética. La tope de gama habitual será la Titanium, pero habrá además una versión deportiva bajo el sello ST (con llantas de 18 o 19”, doble salida de escape, spoilers y difusor trasero) y una más elegante y equipada denominada Vignale (con llantas de 19 o 20”, detalles cromados y tapizado de cuero de diseño específico).

Puertas adentro, la renovación también es total y emparentada con el hatchback mediano, ya que el tablero cuenta con un diseño muy similar. Como novedad se destaca el instrumental 100% digital, con un display de 12,3” y el sistema multimedia SYNC 3, con una pantalla táctil de 8” compatible con Android Auto y Apple CarPlay. Asimismo, equipará una importante dotación de sistemas de seguridad y asistentes de conducción –denominado Ford Co-Pilot360-, con sistemas como el de mantenimiento de carril, asistente de ángulo muerto, frenado automático en ciudad y control de crucero adaptativo, entre otros ítems.

Otro salto importante con respecto a su antecesora se dará en la mecánica, sumando a los motores nafteros EcoBoost y diesel EcoBlue, tres variantes híbridas: la primera –asociada a un propulsor diésel de 150 CV- es del tipo Mild-Hybrid, con un sistema eléctrico de 48V que sólo actuará en determinadas ocasiones, pero que no impulsará de manera independiente al vehículo; la segunda sí es una versión híbrida tradicional, con un motor naftero 2.5 de ciclo Atkinson, acoplado a un impulsor eléctrico y a una batería de iones de litio, cuyas prestaciones no fueron especificadas, pero sí su consumo, que rondará los 5,6 l/100km. Por último, la opción más potente será una versión híbrida enchufable, con el motor naftero 2.5 de ciclo Atkinson, con 225 CV y una batería de 14,4 kWh de capacidad, capaz de circular hasta 50 kilómetros en modo 100% eléctrico.

Su llegada a Europa y Estados Unidos –donde se la conoce como Escape- está prevista para los próximos meses, mientras que su arribo a nuestra región es todavía una incógnita. Al igual que en un artículo anterior, estimamos que cuenta con grandes chances, ya que la primera y segunda generación de la Kuga sí se comercializaron.