La nueva generación del Onix es motivo de orgullo para Chevrolet: desarrollado bajo la nueva plataforma GEM –creada en conjunto con la automotriz china SAIC- representa una notable evolución respecto a su antecesor en todos los aspectos, tanto en mecánica como en tecnología y seguridad, de hecho logró recientemente las 5 estrellas en las pruebas de Latin NCAP. Otro de los aspectos en los que se destaca esta segunda generación es que será un vehículo global y luego de su presentación en China y en Brasil, ahora se conoció que su plan de expansión continuará en México, país donde también será producido.
Así lo confirmó la propia General Motors, que ya designó una planta para su fabricación: el complejo industrial de San Luis Potosí, en el estado de Nuevo León, muy cerca de la frontera con Estados Unidos.
En tierras aztecas, el objetivo del Onix será reemplazar al Aveo (conocido allí como Sail) y al Cavalier, un sedán derivado del Baojun 630, ambos importados de China y de dimensiones bastantes similares, que serán discontinuados. El Aveo, similar al que conocimos en nuestro mercado y que también se ensamblaba en Colombia, se despedirá de aquel país, también sustituido por el Onix.
Para ello, mantendrá las mismas características de la versión fabricada en Brasil, empezando por su motorización naftera Ecotec 1.0 turbo de tres cilindros y 116 CV asociado a una caja manual o a la transmisión automática, ambas de 6 velocidades; así como también su completo equipamiento de seguridad y conectividad, con 6 airbags, control de tracción y estabilidad, sistema multimedia MyLink con servicios OnStar, entre otros ítems.
Su llegada a México está prevista para principios de 2020 y la producción estará orientada sobre todo a abastecer al mercado local. A pesar de la poca distancia con Estados Unidos, el Onix no sería comercializado allí.