Es una de las plantas más importantes para Volvo a nivel mundial, con un total de 1,3 millones de metros cuadrados, de los cuales 400.000 m2 corresponden sólo a las líneas de producción: el complejo industrial de Curitiba, donde se fabrican el VM, FM y FH junto con los chasis para buses de la marca sueca –además de sus motores y transmisiones- para abastecer a toda la región recibió la visita de más de 80 clientes y potenciales clientes para que conozcan de cerca el “Mundo Volvo”.
Según Pablo Urtado, Director Comercial y Retail de la compañía, el objetivo fue que “pudieran ver cómo se producen, bajo qué normas y procesos de calidad, los camiones que eventualmente ellos podrían conducir o adquirir para su trabajo”.
Volvo suele realizar anualmente hasta cuatro o cinco eventos de este tipo, pero esta fue la primera vez que llevó exclusivamente a productores rurales y del transporte de distintas provincias –como Entre Ríos, Santa Fe, La Pampa, Buenos Aires, Córdoba y Corrientes, entre otras- apuntando a que conozcan los productos de la marca orientados al segmento de escalabilidad, como el FH 420 6x2T y el FM 330 6x2T que apuntan hacia la industria agrícola. Además de recorrer la planta, también pudieron probar los camiones en una pista interna y asistir a presentaciones sobre distintos aspectos de la industria para demostrar que la firma escandinava es líder en configuraciones 6×2 de más de 330 CV, con un 46% de participación de mercado.
Por otra parte, la compañía apuesta por el cambio de tendencia que se vive entre los productores, que están volviendo a la estrategia de tener su propio camión, en lugar de tercerizar el traslado de la carga: «Antes el productor cosechaba e inmediatamente vendía, para lo cual, en base a cierta planificación, sabía aproximadamente cuándo tenía que usar el transporte. Desde hace un tiempo, con la aparición de los silobolsa, pueden stockearse y decidir cuándo vender, sobre todo en función de la conveniencia o no del tipo de cambio, por lo que la posibilidad de contar con transporte propio le da al productor mayor flexibilidad y margen de maniobra para operar en estas condiciones. En las charlas en Curitiba, hablamos de las ventajas de tener camión propio», explicó Federico Reser, Ingeniero de Producto.
El viaje también incluyó un recorrido por Curitiba, donde Volvo instaló su planta en 1977, y que representa una ciudad modelo para la compañía: actualmente es una urbanización verde, donde los edificios rodean a la naturaleza como resultado de un continuo proceso de planificación que comenzó hace más de 30 años. Además, cuenta con un sistema de transporte ejemplar, con líneas de colectivos interconectadas entre sí y que se integran con otros medios de transporte como el metro o el tranvía y el icónico BRT (Bus de Tránsito Rápido), con numerosas unidades de la marca.
La compañía destaca que su aporte no sólo se limita a la infraestructura o los procesos limpios, sino que también tiene su correlato dentro de la fábrica, especialmente en recursos humanos: es la empresa mejor valorada para trabajar. “La mayoría de los egresados de las universidades de Curitiba y la región tienen como máxima aspiración trabajar en Volvo, por su plan de carrera”, remarcó Reser.