La situación se repite mes a mes: mientras algunos índices se mantienen en caída, otros logran un leve repunte pero que no logra revertir el panorama que se viene dando desde el año pasado. De acuerdo a las estadísticas publicadas por la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), en septiembre –con 21 días hábiles de actividad- fueron producidas 27.687 unidades, un 10,2% menos frente a agosto y un 25,7% por debajo del registro del mismo mes de 2018, cuando se habían fabricado 37.267 unidades.
De esta manera, el acumulado anual alcanzó las 241.330 unidades y cae un 34,9% en comparación con el mismo período del año anterior, cuando la producción había llegado a 370.707 unidades.
En contraste, las exportaciones aumentaron levemente en comparación con agosto (+14,4%) con 21.568 unidades enviadas fuera del país. Sin embargo, frente a septiembre de 2018, la baja es del 7,6%. A nivel anual, hasta el momento se exportaron 168.023 vehículos, lo que representa una caída del 15,3% frente al período entre enero y septiembre de 2018 cuando se exportaron 198.337 unidades.
Ya sin el programa de bonificaciones impulsado por el Gobierno y ADEFA, sumado a la fuerte suba del dólar, con 26.876 unidades registradas las ventas mayoristas cayeron un 29,3% en comparación con agosto. Frente a septiembre de 2018, la baja es del 37%.
Con estas cifras, el acumulado anual llegó a 291.219 unidades, lo que representa un 48,3% menos frente a las 563.096 unidades comercializadas a la red de concesionarios.
Al respecto, Luis Fernando Peláez Gamboa, Presidente de ADEFA destacó la importancia de continuar trabajando junto a la cadena de valor, una misión que ya dejó planteada los principales objetivos: «Todos los eslabones de la cadena estamos trabajando en una agenda con una visión común a 10 años que nos permita preservar la actividad ante los desafíos actuales y generar las condiciones necesarias para posicionarnos con mayor fortaleza frente a la toma de decisiones en la región, competir en igualdad de condiciones en las próximas asignaciones y subirse al desarrollo de nuevas tecnologías. El foco está en modificar de manera conjunta a través de un plan sustentable y de largo plazo aquellas cuestiones estructurales que impactan en la competitividad de nuestra industria», explicó.