Sin dudas, la octava generación del mítico Corvette es la más transgresora de su historia: en primer lugar, por dejar de lado la histórica configuración de motor delantero y tracción trasera para pasar a utilizar la más eficiente en términos de reparto de peso y comportamiento deportivo, de motor central y tracción trasera, como la que utilizan sus rivales europeos como Ferrari, Lamborghini o Porsche. Esta transformación ahora va un paso más allá e incluye a la versión cabriolet, que por primera vez cuenta con un techo rígido.
El techo está construido con materiales compuestos y se destaca por su bajo peso (apenas 36 kg de diferencia con respecto a la versión convencional). Está formado por dos partes y se guarda justo por encima del propulsor, por lo que no pierde capacidad de carga en el baúl. Puede guardarse o desplegarse en solo 16 segundos y hasta una velocidad de 48 km/h. La elección de este tipo de techo está relacionada con su mejor insonorización, mayor rigidez y porque además, no compromete la performance con respecto al coupé.
A nivel de diseño, el estilo del Corvette C8 está inspirado en los cazas de combate F35, lo que se ve reflejado en esos trazos tan marcados y líneas afiladas presentes en toda la carrocería, así como las grandes tomas laterales de refrigeración del motor. En el caso del descapotable, la principal diferencia está en los arcos de seguridad ubicados detrás de las butacas, pero que se integran perfectamente al estilo del vehículo.
El interior es similar a la versión convencional, con las mejoras anunciadas en calidad de materiales y terminaciones, así como también el mayor protagonismo de la tecnología, con múltiples pantallas digitales: una para el instrumental, configurable por el conductor con mucha información sobre los diversos parámetros del vehículo; y otra para el sistema multimedia, tipo tablet flotante. También llama la atención esa suerte de columna que se extiende desde el tablero hacia la consola, dividiendo el área del conductor y del acompañante.
Mecánicamente, el Corvette es fiel a sus orígenes: por ahora nada de electrificación, un V8 puro y bruto, de gran cilindrada y par. Bajo el código LT2, este big-block cuenta con 6.2 litros de cilindrada y desarrolla 495 CV a 6.450 rpm y un torque de 637 Nm a 5.150 rpm. Eso sí, a partir de ahora sólo se ofrecerá con caja automática, una nueva transmisión Tremec de doble embrague y 8 velocidades, con diferencial controlado electrónicamente y tracción trasera. Chevrolet promete que el cabriolet ofrece las mismas prestaciones que el coupé, con una aceleración de 0 a 96 km/h en menos de 3 segundos.
Aunque fue develado recientemente y de manera oficial, la producción del Corvette C8 Convertible recién comenzará durante el primer trimestre del año que viene y, al menos en Estados Unidos, su precio será unos 7.500 dólares más caro que el coupé, costando alrededor de U$S 67.495.
podría decir que me parece hermoso… pero las ópticas saltos de la cola no me gustaron
Techo rigido o desmontable?
Hermoso!!!!
un fierrazo!!