Como todo 911, dentro de unos pocos años la generación 991 va a ser considerada un clásico contemporáneo y sin dudas va a ser recordada por su importancia histórica: fue la más producida –con 233.540 unidades- y la más variada, con numerosas versiones que van desde la tradicional coupé hasta el Speedster. Este fue, justamente, el que puso el broche de oro a su exitosa trayectoria y la última unidad en ser fabricada para darle paso, de manera definitiva, al tecnológico 992.
«Porsche es sinónimo de tradición e innovación. Esto se refleja con claridad en el 911, modelo clave de la marca, que reemplazó al 356 en 1963 y en las décadas siguientes, este vehículo de motor trasero se convirtió en un ícono deportivo incomparable. La generación 991 en particular ha establecido nuevos estándares en términos de rendimiento, conducción y eficiencia. Me llena de orgullo, con un poco de tristeza, que haya llegado la hora de la jubilación. Por lo que a mí respecta, puedo decir que el 991 me ha dado una enorme satisfacción», destacó emocionado Michael Steiner, Director de Investigación y Desarrollo de Porsche AG al salir la última unidad de la línea de producción.
Respetando el diseño y las características que siempre identificaron al nueve-once y lo convirtieron en un ícono, el 991 –presentado en 2011- fue una de las que incorporó mayores avances en la historia del deportivo alemán, con un 90% de los componentes completamente nuevos, un bastidor construido en una aleación de aluminio y acero, mayor distancia entre ejes y el nuevo sistema de estabilización del balanceo (Porsche Dynamic Chassis Control o PDCC) que mejoraron notablemente su comportamiento dinámico.
Un año después llegó su variante Cabriolet, con un techo duro retráctil, con arcos de magnesio que le otorgaron un aspecto similar al del coupé, junto con el 911 Targa que desde la generación anterior recuperó su tradicional luneta envolvente y el ancho arco a la altura del pilar B.
Además de estrenar motores turbo con filtro de partículas y aerodinámica activa, el 991 sirvió de base para numerosas ediciones especiales como la que rindió homenaje a sus 50 años; el 911 R –con motor aspirado de 500 CV y caja manual-; el 911 T; el 911 GT3 o el 911 Turbo S Exclusive Series de 607 CV. También logró el hito del millón de unidades producidas, caracterizada por su color verde irlandés y tapizado de cuero y Pepita.
Las últimas en sumarse fueron el bestial 911 GT2 RS de 700 CV, la versión más potente de la historia y el 911 GT3 RS, con chasis de competición, motor atmosférico de 520 CV y homologado tanto para la calle como para circuito.
La frutilla del postre o el broche de oro como señalamos al principio de la nota, fue el 911 Speedster, creado para celebrar el 70º aniversario de la firma de Stuttgart, con una estética inspirada en el mítico Porsche 356 Roadster de 1948. Su configuración mecánica también fue pensada para los más puristas, con un motor boxer de 6 cilindros y 4.0 litros, aspirado, con una potencia de 510 CV asociado a una caja manual de 6 marchas.
Con el nuevo 992 en plena ampliación de su gama, en algunos años más veremos si alcanza o supera las excelentes cifras que dejó su antecesor.