Cierre de año con balance negativo, también en lo que refiere a la producción, exportación y ventas mayoristas: de acuerdo a las estadísticas publicadas por la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) estos tres rubros reflejaron una considerable caída a nivel anual, aunque en el caso de las exportaciones y ventas a concesionarios en diciembre mostraron una leve suba, pero por debajo de las cifras de 2018.
Comenzando por la producción, con sólo 9 días hábiles contabilizados en diciembre -con motivo del adelanto del receso estival en la mayoría de las automotrices-, fueron fabricadas 14.524 unidades, lo que representa un 46,4% menos en comparación con noviembre y un 29,1% frente al año pasado, cuando se produjeron 20.475 unidades.
De esta manera, el acumulado anual llegó a 314.787 unidades, reflejando una caída del 32,5% respecto a las 466.649 unidades producidas entre enero y diciembre de 2018.
En cuanto a exportaciones, en diciembre se enviaron 18.965 vehículos a mercados externos, un 5,8% más en comparación con las 17.921 unidades exportadas en noviembre, aunque un 17,4% menos respecto al volumen del año pasado.
En el acumulado anual, el sector exportó 224.248 unidades, lo que representa un 16,7% menos frente a las 269.360 unidades exportadas durante 2018.
Al respecto, Gabriel López, Presidente de ADEFA, analizó: “En lo que respecta al comportamiento de la industria, la producción se ha visto afectada por varios factores a lo largo del año. A la contracción del mercado interno por los desequilibrios macroeconómicos, se sumó una menor demanda de nuestros productos desde Brasil, principal destino de nuestras exportaciones”.
En el rubro de ventas mayoristas, se registró en diciembre una suba del 36% frente a noviembre, motivada por el anuncio de la baja en el piso de los impuestos internos y el regreso de la segunda escala que empezó a regir a partir de enero. Aún así, con 31.151 unidades comercializadas, la baja con respecto a 2018 es del 35,7%.
A nivel anual, con un total de 372.474 unidades comercializadas entre enero y diciembre, el sector cerró el 2019 con una diferencia negativa de 45,4 % en su comparación con el mismo período del año pasado.
De cara al 2020, López señaló los puntos en los que se trabajaron este año y los que se van a tratar en conjunto con el nuevo gobierno: “Hemos trabajado intensamente para administrar esta situación, pero sin dudas es fundamental encontrar las herramientas que estabilicen las variables de la economía y despejen la incertidumbre en el mercado local para que, sumado a una potencial mejora en la demanda externa, nos permita comenzar a revertir los resultados interanuales negativos que venimos registrando en los últimos años. Es fundamental continuar trabajando en la articulación público –privada para avanzar en la implementación de la agenda del Plan Estratégico 2030, el cual elaboramos juntos toda la cadena de valor, y podamos contar de esta manera con una política industrial de Estado de largo plazo que posibilite una industria automotriz competitiva y sostenible en el tiempo”.