El dilema y la incertidumbre sobre el futuro de la ya ex fábrica de Ford en Sao Bernardo do Campo continúa: cuando todo parecía prácticamente cerrado para que el grupo brasileño CAOA se quedara con el control de la planta, la compañía liderada por Carlos Alberto de Oliveira Andrade finalmente desistió de la idea y decidió seguir apostando por su propia factoría de Jacareí, donde produce varios modelos de Chery, a los que próximamente podrían sumarse algunos de Changan.
Así lo aseguran varios medios de prensa del país vecino que señalan que el gobierno de Sao Paulo sigue atentamente este cambio de planes: mientras que CAOA se bajó de las negociaciones por la planta de la marca del óvalo y ahora todo apunta a que una de las interesadas es otra automotriz china, BYD, la empresa de Oliveira Andrade realizaría una importante inversión en Jacareí –también parte del estado de Sao Paulo- para poder explotar al máximo su capacidad operativa para producir hasta 150.000 unidades por año. Vale recordar que actualmente se fabrican allí el Arrizo 5 y la Tiggo 2 exclusivamente para el mercado local y en un bajo volumen: sólo 8.640 unidades fueron producidas durante el año pasado.
Para utilizar al menos un mayor porcentaje de su capacidad instalada, CAOA está negociando con Changan, otra de las marcas que representa para desembarcar con producción propia en la planta compartida con Chery. Así, Jacareí seguirá un modelo similar a la otra factoría del grupo ubicada en Anápolis (Goiana), donde se fabrican vehículos de Hyundai y Chery.
Por el momento se trata sólo de negociaciones previas, por lo que no está claro qué modelos de Changan se podrían fabricar allí ni si su volumen de producción alcanzará a abastecer a otros mercados como Argentina, pero sí marca un nuevo paso de las automotrices chinas en la región y de la compañía brasileña que desde hace varios años es uno de los consorcios más importantes del país.