A partir de 2016, Citroën eligió una estrategia diferente para el C3 en Europa y en nuestra región: mientras que en el Viejo Continente se renovó por completo, estrenando la plataforma CMP, en el Mercosur se mantuvo la generación actual aunque con un leve rediseño y un refresh tecnológico. Pero con la llegada del nuevo Peugeot 208 y el Opel Corsa -dentro del Grupo PSA- o del nuevo Renault Clio, el hatchback acaba de recibir su primera actualización para no perder terreno.
Los cambios son bastante sutiles y son en su mayoría de carácter estético: en el sector frontal, donde más se evidencian las modificaciones, el aplique cromado que antes enmarcaba sólo a las luces diurnas de Led y al logo del doble chevron, ahora se extiende hacia abajo y llega hasta los faros principales, que pasan a ser también de Led.
De perfil se renovó el diseño de las llantas de aleación y se retocaron los característicos Airbumps: en lugar de cuatro burbujas como en la serie anterior, ahora pasó a tener tres, aunque de mayor tamaño. Como detalle particular, la primera de ellas, así como el marco de los faros antiniebla, está pintada de un color distinto al de la carrocería. Ese mismo detalle “de color” está presente en la parte superior del techo. Así, de acuerdo a la marca, el C3 ahora puede contar con hasta 97 combinaciones posibles entre el color de la carrocería, del interior, techo y diseño de llantas.
Puertas adentro las modificaciones fueron leves, aunque algo llamativas: en una suerte de “rescate emotivo” los habituales apliques tipo laca de piano fueron reemplazados por otros símil madera. Sí, cuando parecía que esta decoración había quedado en desuso, Citroën vuelve a ofrecerla, incluso en un modelo que apunta a un público joven y no en un producto de alta gama como era costumbre. Además, los asientos recibieron nuevos revestimientos y mejoras en su acolchado para mejorar el nivel de confort. El sistema multimedia fue actualizado y ahora dispone de una nueva pantalla táctil de 7 pulgadas compatible con Android Auto y Apple CarPlay. Por último, a los asistentes de conducción con los que ya contaba, como el frenado autónomo de emergencia con detección de peatones, control de velocidad crucero adaptativo y detector de punto ciego, agrega el asistente de estacionamiento delantero y trasero.
Mecánicamente, los motores fueron actualizados a la normativa Euro VI, manteniéndose las dos opciones nafteras: 1.2 PureTech de 3 cilindros, de 83 y 110 CV, así como la variante diésel BlueHDi de 1.6 litros y 110 CV. En el caso de la versión menos potente y la diésel, la caja es manual de 5 marchas, mientras que la naftera más potente puede equipar una caja automática de 6 marchas.
A todo esto, ¿Qué va a pasar con el C3 regional? Según nuestros colegas del país vecino, a pesar de las bajas ventas registradas en Brasil, el hatchback seguirá un tiempo más en producción. Mientras tanto, la marca francesa estaría desarrollando un sucesor exclusivo para el Mercosur que será distinto al modelo europeo.
El tema mundial es el desempleo debido a la tecnología, hace que la mano de obra termine siendo mas barata ó la robotización la reemplazará … Apunto a que la forma de competir es siendo mejor en todos los frentes, fundamentalmente en el precio … Si una marca oriental tiene algo similar aunque tenga un par de boludeces menos, a menor precio. el asalariado depreciado comprará lo mas económico … Si las terminales no lo entienden, con los años se darán cuenta que los «robots no compran autos» y sus ex empleado tampoco.
«. . . . en nuestra región, Citroën desarrollaría un sucesor distinto al europeo.»
Traducido: «mirá lo que nunca vas a tener por ser un …»
Seguramente acá los brasileros van a agarrar uno común y lo van a disfrazar con plástico y el mismo motor 1.6L que desde el año 1999 traían los Peugeot 206