«Imola es un lugar verdaderamente sagrado para un apasionado del automóvil, es una pista técnica, veloz, difícil y que siempre separa ‘el grano del trigo’, tanto en lo que respecta al hombre como a la máquina”. Con esta poética y precisa introducción, el diseñador argentino Horacio Pagani presentó su última y más refinada creación, el Pagani Imola, que toma su nombre del mítico circuito italiano donde se realizó su puesta a punto y desarrollo; un homenaje a la tierra que lo cobijó y le permitió cumplir su sueño de fabricar algunos de los superdeportivos más exclusivos del mundo.
Y por supuesto, esta no iba a ser la excepción: el Imola es la variante más extrema presentada hasta ahora del Huayra, incluso más radical que el Huayra BC, aunque homologado para la calle. Además de detalles de diseño específicos como el nuevo paragolpes frontal, el gran difusor trasero o el también enorme alerón, el protagonismo se lo llevan sus modificaciones mecánicas, como es habitual en la marca, estudiadas minuciosamente.
En primer lugar, el motor –un V12 biturbo de 6.0 litros fabricado por Mercedes-AMG- desarrolla 838 CV y 1.100 Nm de torque, acoplado a una caja secuencial Xtrac de 6 marchas y, como buen pura sangre, con propulsión en las ruedas traseras.
Por otra parte, los ingenieros de la compañía trabajaron en el chasis monocasco de fibra de carbono, incorporando un nuevo sistema de suspensión con ajuste electrónico que le permiten lograr una mayor estabilidad en la pista, a la vez que adoptaron numerosos elementos aerodinámicos para mantenerlo siempre aplomado al piso.
Además de acelerar y doblar de manera superlativa, también cuenta con frenos a la altura de las circunstancias: dispone de un sistema de alto rendimiento provisto por Brembo, con discos carbono-cerámicos de 398 mm en el eje delantero y de 380 mm en el eje posterior. Completan el conjunto las llantas de aleación específicas monotuerca de 20 pulgadas adelante y de 21 pulgadas atrás. Inclusive, hasta la pintura fue analizada al detalle y se utilizó un compuesto especial denominado Acquarello Light que reduce hasta en 5 kilos el peso total del vehículo, que es de sólo 1.246 kilogramos.
Como toda joya firmada por Pagani, su producción será extremadamente limitada y artesanal. En este caso, se fabricarán apenas 5 unidades –que ya fueron todas reservadas-, cada una con un precio superior a los 5 millones de euros.
reciben pesos argentinos??
Que video de …. Basta de editores que no saben nada de lo que le gusta ver A la gente de automovilismo