Es uno de los desarrollos regionales más importantes y está casi listo: el Volkswagen e-Delivery, el primer camión 100% eléctrico desarrollado íntegramente en Brasil inició la producción de pre-serie en la planta de Resende (Río de Janeiro), sede histórica de la división de camiones y buses de la marca alemana.
Este hito marca la recta final para el proyecto iniciado en 2017 con la presentación del primer prototipo que fue exhibido en la propia casa matriz de Wolfsburg. El e-Delivery cuenta con un motor eléctrico producido por la firma WEG que entrega 109 CV y 50,1 kgm de torque, asociado a una transmisión automática y alimentado por un paquete de baterías de iones de litio que le permitirán recorrer hasta 200 kilómetros con una sola carga y reabastecerse por completo en 3 horas o recuperar un 30% de autonomía en 15 minutos. Se ofrecerá en variantes de 9 y 11 toneladas.
Su desarrollo y producción demandará una inversión de R$ 1.500 millones –equivalente a U$S 375 millones. Para ello, se creará un “e-Consorcio” en el que Volkswagen trabajará en conjunto con sus principales proveedores, entre los que podemos mencionar a la alemana Siemens –que fabricará los cargadores y se encargará del desarrollo de la infraestructura-; CATL y Moura –encargadas de la producción de las baterías y su mantenimiento; Bosch, WEG y Semcon –quienes desarrollarán piezas y componentes específicos para estos camiones-. Asimismo, estas empresas también colaborarán en el mantenimiento de los puestos de recarga y en el proceso de reciclaje o descarte de las baterías.
En este caso, la compañía anunció el montaje de la primera unidad que estará destinada al entrenamiento de los operarios del denominado consorcio modular que intervienen en la fabricación del camión. Vale recordar que si bien cuenta con componentes comunes al Delivery convencional, como la cabina y parte del chasis, obviamente toda su mecánica, electrónica, baterías y sistema de alimentación es completamente diferente, por lo que la capacitación de quienes trabajan en su armado es vital.
Las primeras unidades, como toda pre-serie, serán destinadas a la realización de diferentes pruebas y ensayos en condiciones reales de operación para controlar el correcto funcionamiento de todos sus componentes y la puesta a punto final. Asimismo, también se realizarán simulaciones en pista que permiten acelerar el resultado de las evaluaciones, logrando en seis meses de tests el equivalente a 10 años de uso normal.
Este es el paso previo para su producción en serie, que comenzará durante el primer semestre del año que viene y ya hay varias empresas interesadas en adquirir una unidad o incluso una flota completa.
