La nueva generación del Clase C está a la vuelta de la esquina: el sedán mediano de Mercedes-Benz está entrando en su fase final de pruebas antes de su presentación y además de ser fotografiado en varias oportunidades en estos últimos meses, cada vez circula con menos camuflaje, lo que permite ir conociendo su diseño y ratificar que su desarrollo está prácticamente finalizado.
Como suele suceder en los modelos de la firma de Stuttgart, no hay que esperar un cambio rotuno, sino más bien una fórmula continuista en su exterior. Por lo que se llega a observar en las fotos, el nuevo Clase C será una suerte de Clase S a escala, algo también aplicable al Clase E, diferenciándose entre sí principalmente por el tamaño. Su diseño, como dijimos anteriormente, no será revolucionario, sino que apostará más por la elegancia y la sobriedad, con trazos algo más suaves en lugar de las nervaduras más marcadas del actual. Como en otros productos de la marca, en algunos mercados se podrá elegir la clásica parrilla de barras y el emblema sobre el capot en la terminación Elegance, o la parrilla más deportiva, con el logo en el centro y una sola barra en el centro como en la unidad de pruebas.
Ese continuismo del exterior no se aplicará en el interior: allí el sedán sí lucirá completamente diferente. Se espera que herede el mismo estilo del tablero estrenado en el Clase S, manteniendo una pantalla para el instrumental pero en lugar de contar con una ubicada al lado para el sistema multimedia, dispondría de una mucho más grande integrada a la consola central desde donde se comandarán la mayoría de las funciones del vehículo. También debería recibir varios de sus ítems de confort, tecnología y asistencias a la conducción como suele suceder habitualmente con los modelos de Mercedes-Benz, que sus productos más accesibles empiezan a incorporar elementos de sus hermanos mayores.
Por el momento, las únicas variantes confirmadas del Clase C son el sedán y la rural (Estate), aunque también se rumorea que podría añadir una versión con estética aventurera y tracción integral denominada All-Terrain –al igual que sucedió con el Clase E-, en este caso para competir con el Audi A4 Allroad. Más adelante podrían sumarse las variantes coupé y cabriolet para completar la familia.
Mecánicamente, el W206 (código interno de esta nueva generación) reflejará la nueva estrategia de la marca, apostando únicamente por motores nafteros y variantes electrificadas: se especula que sólo tendrá propulsores de 4 cilindros en línea –incluso para las versiones AMG- que contarán con algún grado de electrificación, sean sistemas Mild-Hybrid de 48V o híbridos enchufables. Una posible variante 100% eléctrica podría sumarse a futuro, pero como integrante de la gama EQ.
Su presentación está prevista para mediados de este año, hay quienes señalan que podría darse a finales del primer semestre y otros que dan previsiones mucho más cercanas, como marzo, mes en el que se celebraría el Salón de Ginebra. Su llegada a Argentina se concretaría a finales de 2021.