Reestructuración y nueva estrategia son algunas de las palabras que más se vienen escuchando en los últimos meses en boca de las automotrices y precisamente es lo que se está dando a nivel global y particularmente en nuestra región, con sorpresas como la discontinuación de la Ford EcoSport, Ka y Ka+ en Brasil y, para mayor preocupación en el país vecino, ahora se suma el congelamiento de las inversiones para producir los nuevos Sandero y Logan, aunque implica la fabricación de otros productos.
Esta información surgió a partir de una entrevista realizada por el sitio Automotive News Europe a Luca de Meo, CEO de Renault, quien al hablar sobre la implicancia y el alcance que tendrá la “Renaulution” –estrategia con la que pretende mejorar la situación de la compañía y adecuarla a la nueva era de la electrificación- puso como ejemplo a América Latina como ejemplo de cómo será implementada. El ejecutivo explicó cómo la marca buscará mejorar su rentabilidad, para ello, lo primero será bajar el punto en el que la empresa realiza su operación. En un primer momento no buscará obtener ganancias, sino no reportar pérdidas. Para ello, deberá realizar un importante ajuste, que como ya todos entenderán, significa recortar turnos y realizar despidos, algo que la compañía ya anunció recientemente, con un recorte de 747 operarios de la planta de Sao José dos Pinhais.
Al igual que otras marcas, a partir de esta estrategia no buscará crecer en volumen de ventas, sino enfocarse en su rentabilidad, por lo que en lugar de pretender un 10% de participación de mercado, buscará mantenerse en un 5 o 6%. De Meo señala que para él hubo un error en la estrategia implementada hasta el momento. Si bien está de acuerdo con que la compañía debía ingresar inicialmente con un vehículo del segmento inferior para establecer una planta con buen volumen de producción, el paso siguiente debería haber sido ofrecer un modelo de categoría superior, con un mayor volumen de beneficio, como la marca lo hace en otros mercados. Esto último fue lo que no sucedió, ya que la filial regional decidió seguir dándole prioridad a la mayor cantidad de ventas.
Para cambiar el rumbo, adaptándose además a la delicada situación económica por la que atraviesa Brasil, De Meo dará prioridad a los vehículos más rentables: “Entonces, debido a que la economía es un poco incierta, congelaremos las inversiones en el corto plazo. Pero redirigiremos este dinero a productos como Bigster y Duster, en las versiones de Renault, para que podamos aumentar nuestro margen de beneficio, siguiendo el ejemplo de Volkswagen e incluso de FCA, que pasó de tener solo productos Fiat a incorporar a Jeep y ha tenido mucho éxito”.
De esta manera, los modelos ya confirmados y que continuarán su desarrollo son el restyling de la Captur y el Kwid junto con la nueva Duster Oroch. Para más adelante sigue prevista la radicación de la plataforma CMF-B –clave para la producción de la próxima generación de la Duster y la nueva Bigster- que será compartida con Nissan. Este cambio tampoco implica necesariamente el fin del hatchback y el sedán del segmento B, por ahora su nueva generación quedará en stand by, pero podría retomar su desarrollo si las condiciones mejoran.
Totalmente de acuerdo con Eduardo los modelos del segmento B son los que más busca la gente mal Renault
Error!!!!!los autos más vendidos son del segmento B, de menores valores,. I sea lis q podemos comprar los laburantes comunes , no le s q compran empresarios y gerentes, vas mal Renault!!!