Se terminó la espera, finalmente Mercedes-Benz presentó la nueva generación de su sedán más exitoso, el Clase C, que a la vez representa el punto de partida para que los próximos modelos de la marca comiencen a incorporar la tecnología de la nave insignia, el Clase S y marca también un antes y un después en su historia por otras características, como sus motorizaciones, que incluyen algún tipo de electrificación en toda la gama.
Conocida internamente bajo el código W206, esta quinta generación está desarrollada sobre la plataforma modular MRA, compartida por todas las berlinas de tracción trasera o integral de la firma de Stuttgart. Creció levemente en dimensiones -ahora mide 4,75 m de largo (+6 cm), 1,82 m de ancho (+1 cm), 1,44 m de alto (igual) y cuenta con una distancia entre ejes de 2,86 m (2 cm), por lo que promete una mayor habitabilidad, especialmente en las plazas traseras.
Estéticamente, tal como viene sucediendo en los últimos productos presentados por la marca, mantiene el mismo estilo de su hermano mayor. En un golpe de vista resulta algo difícil diferenciar a un Clase C, de un Clase S o un Clase A, salvo por su diferencia en tamaño. Sus líneas son más fluidas y elegantes, sin tantos trazos rectos o marcados como en sus antecesores. La novedad es que por primera vez no ofrecerá la clásica parrilla de barras horizontales y el logo sobre el capot de la terminación Elegance, sino que toda la gama posee la enorme estrella en el centro y sí se podrá optar por distintas terminaciones para el entramado, entre ellas una que replica el emblema en cada abertura tipo panal de abejas. Los faros –con tecnología full Led- son algo más finos y alargados, mientras que su silueta es una pasada en limpio de la de su predecesor. Pueden elegirse llantas de aleación de 17, 18 y 19 pulgadas de distinto diseño para personalizar cada unidad, mientras que la parte trasera adoptó faros más alargados con un diseño muy parecido al del Clase A, que se extienden sobre la tapa del baúl.
Puertas adentro, tal como lo anticipábamos, es donde más resalta su parentesco con el Clase S, al incorporar la segunda generación del sistema multimedia MBUX. Dependiendo de la versión, podrá tener una pantalla de hasta 12,3 pulgadas para el instrumental –configurable por el conductor-, más un segundo display de hasta 12,8 pulgadas para el sistema de de infoentretenimiento. A diferencia del anterior MBUX, en lugar de que ambos displays estén unidos entre sí, ahora la segunda pantalla vuelve a estar integrada en la consola central, en una posición más baja y al alcance del conductor. En las versiones más equipadas, prescindirá por completo de los mandos físicos, siendo completamente táctil u operable a través de comandos de voz gracias a su avanzada tecnología de Inteligencia Artificial, capaz de reconocer a cada ocupante. Las opciones más accesibles contarán con un display más chico y los comandos para el climatizador serán a través de teclas y botones. También dispone de un head-up display con efecto 3D y función de realidad aumentada. Una curiosidad es que el asistente de reconocimiento de voz incluye la función “Casa inteligente”, pudiendo interactuar con el hogar del propietario: desde el auto podrá encender las luces, el aire acondicionado, la televisión o incluso saber si alguien estuvo antes, siempre y cuando la casa cuente con los sistemas Bosch Smart Home o Samsung SmartThings.
Mecánicamente, adiós a los motores V8 o de 6 cilindros, toda la gama –incluso las futuras versiones AMG- emplearán propulsores de cuatro cilindros turboalimentados y con sistema mild-hybrid de 48V. Entre las opciones nafteras, las versiones C180 y C200 equipan un 1.5 turbo de 170 y 204 CV, mientras que la C300, un 2.0 turbo de 258 CV. También hay opciones diésel, C220D y C330, de 200 y 265 CV respectivamente. Todas se asocian a la caja automática 9G-Tronic de 9 marchas, cuentan con tracción trasera o integral (C200 y C300 nafta y diésel) y el sistema micro-hibrido que le proporciona de 20 a 36 CV extra durante 30 segundos mediante la función overboost. Mención aparte para las variantes híbridas enchufables C300e y C300De que agregan un motor eléctrico de 150 CV y una batería de iones de litio de 26 kWh de capacidad, suficiente para proporcionarles una autonomía de 100 kilómetros en modo 100% eléctrico. Estas dos últimas serán lanzadas en 2022, año en el que también se sumarían las AMG.
Producido en las plantas de Bremen (Alemania) y East London (Sudáfrica) llegará en las próximas semanas a Europa, mientras que su arribo a nuestro país se concretaría hacia fin de año.