Tal como lo habíamos anticipado hace algunas semanas atrás, el “4×4 day” de Jeep también iba a tener una versión regional, donde la firma estadounidense presentaría el restyling del Compass y anunciaría el nombre de su derivado de 7 plazas. Finalmente, llegó ese día y, además de develar el rediseño del C-SUV, la marca brindó un anticipo de su próximo producto aunque no su nombre completo.
A través de dos imágenes que a decir verdad, tampoco muestran demasiado, Jeep comenzó a destapar su nuevo SUV, que si bien estará basado en el Compass, promete diferenciarse tanto en su diseño como en su equipamiento. La primera fotografía revela parte de la parrilla, con las infaltables siete barras con un entramado con detalles cromados inspirado en los nuevos Grand Cherokee y Wagoneer. La segunda imagen es la que muestra las dos letras finales de su denominación: “ER”, lo que termina descartando la posibilidad de que se llame Grand Compass o Patriot, otro de los nombres que sonaba como alternativa. La tercera posibilidad que se venía barajando es que sea bautizado como Commander, lo cual tiene bastante sentido, ya que Jeep ya contaba con un SUV de 7 plazas comercializado en China hasta hace unos años atrás con esa misma denominación, aunque en aquel caso se posicionaba por encima del Grand Cherokee. Los más observadores notarán un detalle más: las letras, además del cromado habitual, lucen un borde dorado o cobrizo, una característica que medios de prensa brasileños venían anticipando, con la idea de posicionarlo como una opción más refinada y lujosa del Compass.
Por ahora, estos fueron los únicos detalles revelados oficialmente, pero repasemos lo que se viene hablando de manera extraoficial: el SUV está siendo desarrollado íntegramente en Brasil y aunque utilizará gran parte de la plataforma Small Wide –la misma del Renegade/Compass/Toro, tendrá algunas diferencias, como una mayor distancia entre ejes y ajustes específicos. Partiendo de esa base, utilizará la nueva gama de motorizaciones Firefly turbo de la familia GSE, el 1.3 turbo con una potencia de hasta 180 CV asociado a una transmisión automática –que podría ser la nueva caja CVT sobre la que está trabajando el Grupo FCA-, con opciones de tracción simple o integral. Afortunadamente, también habrá lugar para el propulsor turbodiesel 2.0 Multijet de 203 CV, que al igual que en los otros productos que lo equipan, también se acoplará a la caja automática con convertidor de par de 9 velocidades y a un sistema de tracción integral. Esta versión apuntará a competir con la Toyota SW4 y Chevrolet Trailblazer, mientras que la naftera lo hará con el Volkswagen Tiguan AllSpace, vehículos que cuentan con idéntica configuración de tres filas de asientos.
Si con estos datos, el nuevo integrante del portfolio de Jeep ya se postula como un jugador muy interesante en el segmento, los directivos de la compañía redoblaron la apuesta hace algunas semanas atrás: “Será el SUV más tecnológico producido en América Latina”, prometieron, argumentando que tendrá avanzados sistemas de conectividad y asistencias a la conducción. También aclararon que están trabajando con sus proveedores para contar con una amplia integración de piezas, motores y componentes locales y que será un vehículo con un considerable volumen de producción.
Su presentación está prevista para el segundo semestre de este año, aunque seguramente con el correr de las semanas/meses vaya saliendo a la luz nueva y más completa información.
