Ya está lista para salir a las calles… o al barro. Finalmente, luego de casi un año de espera, la Ford Bronco inició su producción en la planta de Michigan, donde se fabrica junto a la Ranger norteamericana. Si bien las primeras entregas estaban previstas para este año, lo cierto es que su fabricación tuvo algunos retrasos fuera de lo previsto, como un problema con el proveedor del techo desmontable y la falta de microchips que está afectando a toda la industria.
Con este hito, el icónico todoterreno regresará al portfolio de la marca del óvalo tras décadas de ausencia, en un formato que mantiene todas sus características por las que se hizo reconocido junto a un diseño que combina el estilo del modelo original, con detalles modernos y un gran equipamiento tecnológico.
Para su producción, la compañía invirtió nada menos que U$S 750 millones en la planta, incorporando más tecnología y generando unos 2.700 nuevos puestos de trabajo. Cabe aclarar que no hay que confundir a la Bronco (todoterreno) con la Bronco Sport (SUV) que se fabrica en la planta mexicana de Hermosillo y que ya se comercializa en nuestro país.
Desarrollada sobre la plataforma de la Ranger T6, mide 4.412 mm de largo -4.810 mm en la versión de 5 puertas-, 1.826 mm de alto y 2.550/2.949 mm de distancia entre ejes, es decir, utiliza la receta de un todoterreno clásico: chasis de largueros, caja reductora, eje rígido trasero y un generosísimo despeje (24,9 cm) que se incrementa aún más con las llantas de 17” calzadas con neumáticos de hasta 35” con tacos para off-road. Posee suspensión delantera independiente, amortiguadores Bilstein y barra estabilizadora desconectable. Sus capacidades asombran: 29º de ángulo de ataque, 37,2º de ángulo de salida y una capacidad de vadeo de 85 centímetros.
Mecánicamente, estará disponible con dos motores nafteros Ecoboost, un cuatro cilindros turbo de 2.3 litros (el mismo del Mustang y el Focus RS), que desarrolla 274 CV y 42,9 kgm de torque, que se puede asociar a una inédita caja manual de 7 marchas firmada por Tremec o a una transmisión automática de 10 velocidades; o el V6 de 2.7 litros (heredado de la F-150) que entrega 314 CV y 55,3 kgm de par, disponible sólo con la caja automática de 10 marchas.
En cuanto al sistema de tracción, se ofrecerán dos sistemas, de los cuales el más avanzado posee caja de transferencia de dos velocidades, diferenciales bloqueables Spicer Performa-Trak, eje delantero AdvanTEK y trasero Dana 44 AdvanTEK.
Una particularidad es que, debido a sus posibilidades de personalización –con un amplísimo catálogo de accesorios y opcionales-, Ford construyó un centro de modificaciones ubicado muy cerca de la planta de Michigan, donde los clientes pueden modificar sus unidades de acuerdo a sus gustos y necesidades.
Por el momento, su llegada a nuestro país no fue confirmada. Puede tener alguna chance aunque primero la marca deberá responder a la altísima demanda generada desde su presentación: alcanzó las 190.000 reservas, de las cuales 125.000 se mantuvieron en firme y sus clientes ya aguardan su entrega.