Resultan muy curiosos los nombres de los conceptos que Renault está introduciendo a la hora de hablar de su estrategia de electrificación: “Renaulution”, “La Nouvelle Vague” y ahora “eWays Electropop”, pero más allá de estos detalles de color, el plan va muy en serio y realmente acelerado, con objetivos claros y una hoja de ruta ya diseñada.
“Decidimos impulsar aún más la electrificación. Vamos a invertir en una profunda reorganización corporativa, en nuevas tecnologías que nos permitan lograr una producción más eficiente y también trabajaremos en la segunda vida de las baterías. El objetivo es consolidarnos como el grupo más ecológico de Europa con un mix, hasta 2030, en el que el 90% de los autos vendidos sean exclusivamente eléctricos. Confiamos en que desde 2009 ya hemos invertido 5.000 millones de euros en electrificación e invertiremos otros 10 en los próximos 5 años. Esto nos llevará a reducir a la mitad los costos de las baterías durante los próximos 10 años, y creemos que ya lo hemos reducido a la mitad en comparación con hace 10 años”, explicó Luca de Meo, CEO de Renault.
ElectriCity:
Tal como lo venimos señalando en varias ocasiones al hablar de electrificación, una de las claves para su rápida implementación y para lograr que sea accesible es concentrar y unificar los recursos, sea dentro de la propia marca como también asociarse con otros fabricantes. En ese sentido, Renault anunció recientemente la creación de ElectriCity, unificando tres plantas de la compañía que se especializarán en la producción de vehículos eléctricos: Douai, Maubeuge y Ruitz. Entre las tres, fabricarán alrededor de 400.000 unidades por año. Esta unión permitirá reducir costos, optimizar la red de proveedores, pero también crear 700 nuevos puestos de trabajo para poder alcanzar el volumen de producción previsto.
Plataformas modulares:
Tal como señalamos anteriormente, el uso compartido de componentes, motores y plataformas entre todas las marcas que integran la alianza es clave y en ese sentido, el Grupo Renault-Nissan-Mitsubishi ya cuenta con la plataforma modular CMF-EV que tendrá dos variantes. Por un lado, la ya conocida CMF-EV que utilizan por ejemplo el Nissan Ariya y el futuro Renault Mégane E-Tech 100% eléctrico, que está destinada a vehículos del segmento C y D y de la que se espera alcanzar una producción de 700.000 unidades por año; y por otro, la nueva CMF-BEV, una adaptación de la anterior, en este caso dirigida a productos del segmento B, como el R5 o el futuro R4. Desde la compañía estiman fabricar unas 3.000.000 de unidades por año.
Motores compactos All in one:
Renault planea fabricar sus propios motores eléctricos, pero el plan va mucho más allá: está trabajando en un concepto de propulsor eléctrico de flujo axial y en un tren motriz integral, más compacto, que combinaría el motor eléctrico, la transmisión y la electrónica de potencia en una sola unidad. De esta manera, se ahorraría un 45% en volumen, se reducirían los costos en un 30% y las pérdidas de energía en un 45%, ganando en un plus de autonomía de unos 20 kilómetros.
Baterías propias y unificadas:
El otro pilar será contar con sus propias baterías. Para ello, la firma gala, a diferencia de otros fabricantes que están experimentando con diferentes tecnologías, apostará por las baterías NMC (de Níquel, Magnesio y Cobalto), fabricados con métodos estandarizados y con dos tipos de celdas, una de alto estándar con mayor densidad y otra menos avanzada, para vehículos urbanos. Además, también ofrecerá servicios adicionales como integración a la red eléctrica (V2G), la construcción de sistemas de almacenamiento y de una red de infraestructura propia.