Fue una gran apuesta para Ford: desarrollar una pick up compacta sobre la base de un SUV con la tradición que tiene la marca en pick ups convencionales era algo que le podía salir bien o no. Pero considerando la potencialidad de este nuevo segmento que en Estados Unidos por ahora tiene a la Honda Ridgeline y a la Hyundai Santa Cruz como a sus principales rivales, el mercado parece aprobar la propuesta de la firma del óvalo. A casi dos meses de su presentación, la Maverick ya acumula 80.000 pedidos sólo en ese país, una cifra que se verá multiplicada cuando sea lanzada en otros mercados.
De acuerdo a nuestros colegas norteamericanos, las claves de su éxito radicarían sobre todo en dos factores: su precio muy accesible –por debajo de los U$S 20.000 siendo más barata que una EcoSport en EE.UU.- y su bajo consumo de combustible, especialmente en la versión híbrida. Dos atributos que se suman a la versatilidad que supone contar con espacio para cuatro pasajeros –o hasta cinco- más la caja de carga, atrayendo a compradores de hatchbacks, sedanes y SUV’s.
Creada sobre la plataforma C2, las versiones convencionales de la pick up compacta miden 5,07 metros de largo, 1,84 m de ancho, 1,74 m de alto y cuentan con una distancia entre ejes de 2,99 m. Su capacidad de carga es de 680 kilos y se ofrece en tres niveles de equipamiento (XL, XLT y Lariat), con dos opciones mecánicas: un tren motriz híbrido que combina un motor naftero de 2.5 litros asociado a un propulsor eléctrico con el que desarrollan en conjunto 193 CV y se asocia a una caja automática eCVT o el conocido propulsor naftero EcoBoost 2.0 turbo de 253 CV, asociado a una caja automática con convertidor de par de 8 velocidades. En este caso, está disponible tanto con tracción delantera como integral, con suspensión trasera independiente en lugar de la barra de torsión de la versión de entrada.
Su diseño está inspirado en el de sus hermanas mayores –la F-150 y Ranger-, destacándose por sus formas cuadradas y su imponente sector frontal, con enormes faros y una también enorme parrilla, con un marco en el centro para las luces de giro que se extiende hacia el logo de la compañía. De perfil evidencia su parecido con la pick up full size pero a una escala menor, con superficies limpias, trazos rectos y pasarruedas bien marcados. Eso sí, la principal diferencia de la Maverick con las otras camionetas del óvalo es la carrocería monocasco, con la caja de carga integrada al conjunto.
Puertas adentro, si bien es posible encontrar cierto parecido con la Bronco Sport, también tiene personalidad propia: obviamente luce el emblema del óvalo en el volante y el tablero cuenta con un aspecto más tridimensional, con un aplique color bronce que recorre toda la plancha frontal y las salidas de aire. Una pantalla táctil tipo tablet es la protagonista de la consola central, que curiosamente cuenta con un hueco portaobjeto a lado. Afortunadamente, cuenta con comandos físicos para todas las funciones, desde el equipo de audio hasta la climatización (bizona). De la Bronco Sport y de otros modelos de la marca hereda también el Rotary Shifter en reemplazo de la tradicional palanca de cambios. Más allá de la tecnología, Ford buscó darle al interior una gran funcionalidad y versatilidad, con gran cantidad de portaobjetos e incluso una enorme bandeja oculta debajo del asiento trasero que puede cumplir la función de un baúl.
Su llegada a nuestro país está prevista para el año que viene, teniendo como rivales a la Fiat Toro –recientemente renovada- y a la Renault Duster Oroch –próxima a recibir un restyling-.
Precio y cuando llega a panama