Símbolo de la apertura de las importaciones entre las décadas del 80 y 90 en nuestro país, Daihatsu siempre se especializó en el desarrollo de vehículos chicos y accesibles, desde hatchbacks como el Charade hasta todoterrenos como el Rocky, por supuesto con la confiabilidad que caracteriza a los productos japoneses. Ese reconocimiento que aún perdura podría ser la llama que alimente su regreso a la región de la mano de Toyota.
De acuerdo con nuestros colegas de Autos Segredos, la propia Toyota está estudiando la vuelta de Daihatsu con un proyecto industrial en Brasil: fabricar el Rocky –comercializado en algunos países como Toyota Raize-. Vale recordar que este modelo había sido señalado como el B-SUV que marcaría el esperado debut de la marca japonesa en el segmento, aunque el proyecto había quedado en stand by. Ahora cobra fuerza el rumor de que sería redireccionado para Daihatsu: conocido internamente como Proyecto DB03B, la compañía ya estaría solicitando cotizaciones con el fin de producirlo en la planta de Sorocaba entre 2024 y 2025.
La idea llama la atención por lo sorpresiva que resultaría el regreso de una marca que si bien es conocida, al ser importada nunca había logrado grandes cifras de ventas, pero puede tener sentido. El secreto está en la plataforma: el Rocky o Raize está desarrollado sobre la arquitectura DNGA –una versión simplificada de la TNGA de Toyota-. Su llegada a Sorocaba coincidirá con el fin del ciclo comercial del Yaris actual, que sería reemplazado por una nueva generación también para mercados emergentes, desarrollada justamente sobre la plataforma DNGA. Así, todo cierra.
Con un diseño en el que predominan los trazos rectos y marcados, el Rocky podría convertirse en un serio competidor para nuevos productos como el Nissan Magnite, Renault Kiger o Citroën C3. Se destaca el sector frontal con grandes faros y una parilla hexagonal de generoso tamaño, que justo con los marcos de los antinieblas, le dan una imagen bastante agresiva al pequeño SUV. Otros detalles llamativos son el pilar A y el techo pintados de color negro, contrastando con el color de la carrocería. En el interior, el tablero luce un aspecto moderno y bastante deportivo, con detalles símil aluminio y la pantalla táctil flotante tipo tablet ubicada en la parte superior de la consola central.
En cuanto a dimensiones, el B-SUV mide 3,99 metros de largo, 1,69 metros de ancho, 1,62 metros de largo y posee una distancia entre ejes de 2,52 metros. Su peso es de apenas 980 kg, por lo que su motor naftero de tres cilindros, 1.0 turbo y 98 CV asociado a una caja automática CVT alcanza para moverlo con soltura en ámbitos urbanos. Si se concretaran los planes de fabricarlo en el país vecino, estimamos que utilizará una motorización más potente y conocida, el 1.5 VVTi de 105 CV del Etios y del Yaris, así como sus transmisiones, manual de 6 marchas o automática CVT. Esta arquitectura también es apta para electrificación, por lo que también podría ofrecer una variante híbrida. ¿Se hará realidad?
Daihatsu dejo huellas en Uruguay ,fue una marca confiable…todavia tengo un Cuore del 97… y esta 100 x100 vigente al transito de hoy, en todas sus prestaciones.. Saludos y ojala vuelvan a circular en Uruguay
que bueno, que vuelva dahiatsu.. y ojala tambien ofrezcan los kei car