No hay dudas de que la adquisición de Volvo por parte de Geely fue el acierto y la salvación que no pudo tener en su momento SAAB. Hoy por hoy, la marca sueca va camino a lograr su mayor registro de ventas a nivel global con una gama sólida, renovada y que incluso sigue ampliándose, virando hacia la electrificación total, un objetivo que la compañía ya se fijó para 2030.
Volvo planea vender más de 1,2 millones de unidades por año a partir de 2025 y para cumplir con ese objetivo, las actuales dos fábricas que posee en Europa (Torslanda en Suecia y Gante en Bélgica) parecen no alcanzar, por lo que desde la marca están planificando construir una tercera planta en el Viejo Continente. Para lograr dicha cifra de ventas, que representa un 80% más que lo registrado en 2020 (661.000 unidades), efectivamente necesita ampliar su capacidad de producción, especialmente en Europa, donde pretende que se concentre la mayor parte de las operaciones.
“Necesitamos nuestras dos fábricas en Europa… pero necesitamos más. Por eso queremos construir una tercera planta”, anticipó recientemente Bjorn Annwall, Director Financiero de la compañía al diario alemán Automobilewoche, aunque no especificó cuál será el país elegido para la construcción de esta nueva factoría. Actualmente, además de las dos fábricas antes mencionadas, Volvo cuenta con otras cuatro: una en Estados Unidos y tres en China –destinadas principalmente a abastecer al mercado interno, aunque una de ellas exporta el S90 al resto del mundo-.
Tal como señalamos anteriormente, Volvo está atravesando un momento histórico y de gran éxito: Hakan Samuelsson, CEO de la firma escandinava, está entusiasmado con la idea de que este año la marca podría superar su récord de ventas de 2019, cuando comercializaron 705.452 unidades. Como objetivo a corto plazo se propuso alcanzar las 800.000 unidades en 2022 o 2023 para llegar a las 1,2 millones de unidades pretendidas para 2025. De ese total, la compañía quiere que el mayor porcentaje se lo lleven los eléctricos, aunque esa sí es una meta más complicada de cumplir. Por el momento, los eléctricos sólo representan un 3,1% de sus ventas totales, con 18.261 unidades –de las cuales 11.537 unidades fueron vendidas en Europa-. Sin embargo, si consideramos versiones electrificadas (eléctricos e híbridos enchufables), ahí la proporción cambia: el 25,5% de sus ventas corresponden a vehículos con algún tipo de electrificación, porcentaje que sube a un 58% en el Viejo Continente.
Por estos resultados es que la marca desea poner el foco en Europa, donde ve un mayor potencial de crecimiento y más aún en las ventas de vehículos electrificados. Posiblemente, en los próximos meses desde la compañía anuncien dónde construirán sus nuevas instalaciones. El 2025 no está tan lejos como parece, más teniendo en cuenta el tiempo que lleva la puesta en funcionamiento de un complejo industrial con la tecnología y los recursos que la firma sueca requiere.