El futuro es eléctrico, así lo anticipan las automotrices y hacia allí van también las exigentes normativas anticontaminación. Tal como señalamos en otros artículos, la transición parece acelerarse cada vez más y una nueva prueba de ello es que Stellantis decidió discontinuar las versiones con motor de combustión interna y dejar sólo las eléctricas de su gama de utilitarios chicos. Desde ahora, las Peugeot Rifter, Citroën Berlingo Multispace, Opel Combo Life y Toyota ProAce City Verso sólo estarán disponibles con motorizaciones 100% eléctricas.
¿Qué llevó a la compañía a tomar esta decisión? A decir verdad, hay varios motivos. El principal, es un tema de emisiones: con la integración de los productos del FCA al grupo PSA, los utilitarios lastraban el promedio de emisiones de Stellantis, que viene logrando muy buenos resultados con otros productos como el Peugeot e-208 y el e-2008. Asimismo, la escasez de semiconductores está provocando que las automotrices deban elegir qué versiones mantener en producción y cuáles discontinuar para intentar cumplir con la demanda y en ese sentido, desde la compañía se viene priorizando la electrificación. Entonces, con estos dos principales factores, más allá del éxito que tenían las versiones nafteras y diésel, lo mejor era sacarlas del portfolio. Así, no solo se aseguran un incremento en las ventas de las variantes eléctricas, sino también seguir bajando el promedio de emisiones.
Los cuatro utilitarios comparten plataforma, mecánica y la mayoría de componentes entre sí ya que se fabrican mediante una alianza entre la ahora Stellantis y Toyota. Todos están impulsados por un motor eléctrico que entrega 100 kW (136 CV), alimentado por un paquete de baterías de iones de litio de 50 kWh de capacidad, suficiente para proporcionarles una autonomía de hasta 280 kilómetros. Además, disponen de tres modos de funcionamiento (Normal, Eco y Power) para priorizar la autonomía o la performance, según las necesidades. También, como todo vehículo eléctrico, disponen de un sistema de frenado regenerativo. Como ventaja, los costos de mantenimiento son un 30% más bajos que su equivalente de combustión y se pueden acceder a varias funciones del vehículo desde un smartphone.
Por el momento, este cambio en la gama afecta solo a las versiones de pasajeros, por lo que las variantes furgón seguirán ofreciendo las motorizaciones tradicionales aunque es muy probable que en una segunda etapa también pasen a estar disponibles sólo con el tren motriz eléctrico.