La nueva generación del Mustang está en camino y, para alegría de los fanáticos, seguirá ofreciendo una versión cabriolet. Así lo demuestran las fotografías que se filtraron a la web de una unidad de pruebas que si bien contaba con un espeso camuflaje en su carrocería, se alcanza a distinguir la capota.
Conocido internamente con el código S650, la principal novedad y que marcará un antes y un después en la historia del muscle car, es que tendrá una variante electrificada. Este dato ya está confirmado y hace algunos meses atrás trascendió algo más de información por el “descuido” de uno de los ingenieros que formó parte del proyecto. En su perfil de Linkedin, indicó como experiencia haber trabajado en el programa Mustang S650 entre julio y noviembre de 2020, más precisamente en las versiones “2.3 L4 Hybrid y 5.0L V8 Hybrid”, tal como señala su descripción.
Más allá de que resulta sencillo identificar a qué motorizaciones corresponde, vale la aclaración: el muscle car cuenta como opción de entrada de gama al motor naftero EcoBoost 2.3 de 4 cilindros en línea. Es sobre este impulsor que estará desarrollada una de las variantes híbridas, asociada a un motor eléctrico. Por el momento no hay datos sobre su potencia, la marca sólo había anticipado que ofrecerá una cifra similar a la de un V8. En este caso, el sistema sería del tipo convencional, es decir, autorrecargable como el Mondeo, no híbrido enchufable, ya que agregaría un extra de peso por sus baterías de mayor capacidad.
En segundo lugar, la filtración también hace mención al icónico Coyote V8 de 5.0 litros, que también iría asociado a un motor eléctrico ubicado junto a la transmisión. Dentro de las posibilidades que se barajan, se habla de una inédita variante con tracción integral, que tendría mucho sentido para algunos mercados, especialmente donde la nieve forma parte del paisaje habitual. No está definido si esta opción estará acoplada al propulsor EcoBoost 2.3 o al 8 cilindros.
Volviendo a la unidad fotografiada, contaba en particular con lonas en gran parte de la carrocería para ocultar su diseño, especialmente en el sector frontal, en el que sólo se puede llegar a distinguir una gran toma de aire. Inclusive, el camuflaje con el que contaba el techo y parte de los laterales buscaba simular que se trataba de la versión coupé, aunque la estructura de la capota y la unión con el parabrisas delatan su condición de descapotable.
Aunque promete ser rupturista con su mecánica, todo parece indicar que el nuevo Mustang mantendrá su imponente porte y apariencia que siempre lo caracterizaron, con trazos rectos y detalles inspirados en la primera generación, la más icónica de todas.
La aparición cada vez más seguida de estos prototipos indica que la marca intensificó los ensayos y es que si bien la actual generación mantiene un buen nivel de ventas, se aceleró el desarrollo de su sucesor, que estaría en condiciones de ser presentado a mediados de 2023.