En año después de que la marca confirmó que los rumores eran ciertos, llegó el momento de su presentación: el Land Rover Defender 130 fue develado a nivel global y se posiciona como uno de los todoterreno más capaces y más grandes del mercado, con capacidad para 8 pasajeros, manteniendo la opción de tres filas de asientos que históricamente ofreció el modelo original.
Las diferencias con respecto a la versión 110 –de 5 plazas- están claramente a la vista si lo miramos de perfil: si bien mantiene la misma distancia entre ejes de la variante 110, de 3.022 mm., el largo total se incrementó en 342 mm para llegar hasta los 5,10 metros de largo. De esta manera, desde el pilar C hacia atrás se dejó lugar para los pasajeros de la tercera fila y el equipaje.
La configuración interna es 2+3+3 y la firma británica destaca que todas las plazas fueron pensadas para que puedan ser utilizadas por adultos, por lo que ofrece bastante espacio para las piernas y rodillas. Cada fila cuenta con regulación independiente de la temperatura y los asientos pueden rebatirse en proporción 60/40. Con todas las butacas desplegadas, aún queda algo de espacio en el baúl, favorecido también porque la rueda de auxilio se ubica sobre el portón.
El resto de las características son similares al resto de la gama. El gran cambio respecto al Defender original no se puede observar a simple vista pero despertó polémica entre sus seguidores y puristas del off-road: está desarrollado sobre la moderna plataforma modular MLA (Modular Longitudinal Architecture) utilizada en otros modelos de la marca, que sobresale por su rigidez y ligereza con respecto al chasis de largueros y mejora su comportamiento dinámico en asfalto.
A nivel de diseño, hay que destacar el gran trabajo de los diseñadores al lograr una logradísima reinterpretación retro-moderna del Defender original. Si bien, no tienen ni una pieza en común, todas sus señas de identidad se mantienen: el formato de los faros, los “hombros” de la carrocería, la ventanilla del techo y la rueda de auxilio ubicada sobre el portón trasero. Su silueta es similar a su veterano predecesor, pero a la vez, también está en línea con los más modernos vehículos de la marca, como el Velar o el nuevo Evoque. Un detalle llamativo es esa pieza plástica que aparece sobre la ventanilla trasera, que tiene una función: sirve como soporte para los diferentes accesorios que podrá equipar, como una escalera o un botiquín auxiliar.
Puertas adentro, la tecnología tiene un gran protagonismo en su habitáculo, con instrumental 100% digital, pantalla táctil tipo tablet para el sistema multimedia y varios comandos tipo touch-pad como los que se ubican en el volante. Adiós a las palancas para pasar los cambios o conectar la doble tracción, en su lugar aparece un comando tipo joystick para la selectora y perillas circulares. El diseño en general deja de lado cualquier tipo de rusticidad, aunque mantiene los trazos rectos. La imagen también permite apreciar la combinación de colores y materiales del habitáculo, con tonos claros contrastando con otros más oscuros y el mix entre los revestimientos de cuero y el aluminio cepillado de los insertos del volante y el tablero.
Mecánicamente, el Defender 130 estará disponible con dos motorizaciones nafteras con sistema mild-hybrid: P300, con un 6 cilindros en línea, 3.0 turbo de 300 CV y P400, con el mismo propulsor pero llevado hasta los 400 CV. En todos los casos asociados a una caja automática con convertidor de par de 8 velocidades y al sistema de tracción integral Terrain Response II.
Pensado especialmente para los mercados de Estados Unidos, China y Medio Oriente, es posible que sólo esté disponible allí y no en todos los países donde se comercializan las otras versiones. En nuestro país, se espera que Eximar finalmente presente la nueva generación del Defender hacia finales de este año.