Renault acelera en la renovación de su gama, especialmente en Europa. A cuatro meses de su presentación, la marca francesa anunció el inicio de producción del Austral en el complejo industrial de Palencia, un producto que tiene mucha importancia para el mercado español ya que además de ser fabricado allí, muchas de sus partes y componentes también provienen de las otras plantas que la compañía posee en dicho país.
Según la firma del rombo, el C-SUV fue creado en gran parte por el Centro de Investigación y Desarrollo de Valladolid. También sus propulsores, estampado y varias partes de la carrocería como el portón trasero, las baterías y los paragolpes son fabricados allí, mientras que la transmisión se produce en la planta de Sevilla. Para el ensamblado final del vehículo, la factoría de Palencia recibió una importante inversión a fin de modernizar las instalaciones e incorporar la última evolución de la plataforma CMF-CD que utiliza el Austral.
Pensado para reemplazar al Kadjar, el Austral forma parte de la nueva camada de productos de la firma del rombo, por lo que su estilo muestra una clara evolución de los que conocíamos hasta ahora y está inspirado en el que ahora es su referente en cuanto a estilo y tecnología, el Mégane E-Tech Electric. En este caso, el C-SUV adopta gran parte de sus rasgos pero con las necesarias tomas de aire y parrilla funcional debido a que sí cuenta con un motor de combustión interna. En su diseño se destacan los grandes faros de Led en forma de C junto con una enorme parrilla con un entramado tipo diamante, patrón que se repite en la toma de aire trapezoidal del paragolpes. Las marcadas nervaduras del capot y los trazos rectos y angulosos le dan una imagen más dinámica y agresiva que su antecesor.
Ese mismo estilo con trazos rectos y marcados dan forma a los laterales, en donde se destacan los abultados pasarruedas y una línea de cintura bastante alta que va ascendiendo hacia el pilar C. Mención aparte para las enormes llantas de aleación con neumáticos de bajo perfil que colaboran en darle un aire muy deportivo pero no así en sus capacidades fuera del asfalto. Por último, en la parte trasera también llaman la atención los faros en forma de C y que invaden gran parte del portón.
Puertas adentro, la revolución es total y es donde más se nota su parentesco con el Mégane E-Tech Electric del que toma el formato del tablero, con dos enormes pantallas en forma de L, una en horizontal para el instrumental y otra en vertical, pero unidas entre sí, para el sistema multimedia y la climatización. Salvo por los mandos de la columna de dirección y los de los paneles de las puertas, pareciera tratarse de un prototipo. Las saldas de aire se extienden sobre el sector del acompañante y toda la plancha frontal y gran parte del habitáculo está iluminado con luces ambientales que pueden variar su tonalidad de acuerdo al gusto del conductor.
Mecánicamente, el Austral también da un gran salto con respecto al Kadjar: las versiones más accesibles cuentan con un motor naftero 1.2 TCe de tres cilindros equipado con sistema mild-hybrid de 48V que entrega 130 CV y se asocia a una caja manual de 6 marchas. Las intermedias disponen del motor 1.3 TCe con sistema mild hybrid de 12V y una potencia de 140 CV para las opciones con caja manual y de 160 CV para las versiones con caja automática CVT. Por último, las tope de gama serán las E-Tech Hybrid, que combinan el motor 1.2 TCe con un motor eléctrico y erogan 160 y 200 CV, en este caso siempre con caja automática CVT. Otra diferencia entre versiones será la suspensión trasera: las más accesibles cuentan con un esquema convencional con eje rígido, mientras que las más caras poseen un sistema multilink y el sistema 4Control Advanced, con ruedas traseras direccionales.
Su llegada a los concesionarios europeos se concretará en los próximos meses. Lamentablemente, al menos por el momento, no está prevista su llegada a nuestro país.