Aunque Ford fue una de las primeras automotrices en anunciar una ambiciosa estrategia de electrificación e incluso una impresionante inversión de nada menos que U$S 50.000 millones –la más grande de su historia- para electrificar toda su gama, la firma estadounidense también se dio cuenta de que los motores de combustión tradicionales todavía tienen un largo camino por delante. Es más, seguirán siendo una pieza clave de su negocio a futuro, por lo que continuarán desarrollándolos más allá de 2040.
A diferencia del Grupo Volkswagen, Stellantis o General Motors que pusieron fecha de despedida de los motores de combustión interna –entre 2030 y 2040-, Ford prefirió ser más cauta y ve el futuro de la industria de otra manera, en la que si bien los eléctricos serán protagonistas, los vehículos tradicionales seguirán teniendo una gran importancia. De acuerdo a Trevor Worthington, Vicepresidente de Ford en su división de motores de combustión interna, los propulsores térmicos seguirán cumpliendo un rol fundamental en las próximas décadas por dos motivos principales: los clientes los siguen demandando y porque a la vez, sustentan la investigación y el desarrollo de tecnologías de electrificación como motores y baterías. “Necesitamos motores de combustión interna porque nuestros clientes los quieren, y nuestro trabajo es asegurarnos de hacerlos realmente buenos. Que no hagan ganar dinero, que vendan en los números que necesitamos, pero también tenemos que mirar otras oportunidades porque hay necesidades que no se están cubriendo”, remarcó el ejecutivo durante una entrevista a la web CarExpert.
Más allá de que en Europa sí está prevista la electrificación total, a más tardar para 2035, la marca del óvalo no sólo continuará evolucionando sus motores actuales, sino que también seguirá invirtiendo en desarrollos completamente nuevos que estarán dirigidos a otros mercados donde este proceso será más gradual: “Mire los mercados que parecen estar en el camino más rápido hacia la electrificación, China y Europa, Estados Unidos es quizás un poco más lento. Si observa los mercados fuera de esos tres, el resto del mundo, probablemente el 50% de los vehículos con motor de combustión interna que venderemos en 2027, 2028 irán a estos otros mercados”, explicó Worthington.
Respecto al hecho de que sus ventas servirán para generar recursos para la gama de vehículos eléctricos, aunque hasta puede parecer irónico, lo cierto es que tiene mucha lógica y es lo que sucede, por ejemplo, con los SUV’s, que sus ganancias permiten seguir desarrollando deportivos o vehículos de nicho. En ese sentido, como lo anticipamos hace algunos meses atrás, Ford dividió la compañía en dos grandes áreas o gamas, Model E –vehículos eléctricos- y Ford Blue –modelos tradicionales-. Para reafirmar su postura, el ejecutivo concluyó: “Espero que en 2035, 2040 todavía haya muchos mercados donde se vendan autos con motores de combustión interna. Cuando vas a gastar 50 mil millones en autos eléctricos, que dijimos que gastaríamos, no va a salir de una tarjeta de crédito. Proviene de planes realmente sólidos para asegurar las ventas y obtener el dinero para permitirse transformar todo el negocio”.