Siguiendo los pasos de su hermana menor, la F-150, Ford presentó una importante actualización de la F-250 –el equivalente a la recordada F-100-, con modificaciones a nivel estético, tecnológico y mecánico para continuar siendo una referente y competir de igual a igual con la RAM 2500 y la Chevrolet Silverado 2500 HD.
En cuanto a diseño, los principales cambios están a la vista: se destaca el imponente sector frontal con nuevos faros full Led dobles y una firma luminosa en forma de C junto con un doble marco cromado similar al que cuentan las otras pick ups de la marca, desde la Maverick o la nueva Ranger hasta la F-150. De perfil, las branquias laterales son ahora más grandes y estrena nuevo diseño para las llantas de aleación, que pueden ser de 17, 18 o 20 pulgadas, mientras que el eje trasero puede contar con ruedas duales. Por último, en la parte trasera, las luces también ganaron en tamaño y ahora cuentan con un formato más tridimensional, mientras que la apertura del portón o de la tapa de la caja de carga es eléctrica.
Puertas adentro, partiendo de la base de la serie anterior, recibió una actualización tecnológica que incluye un nuevo instrumental 100% digital con un display de 12 pulgadas completamente personalizable, así como un nuevo sistema multimedia con pantalla de 8 a 12 pulgadas, apto para conectividad 5G, actualizaciones inalámbricas, sistema de cámaras de 360º y 28 opciones de vistas diferentes y por supuesto compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay. Las butacas ahora son aún más cómodas y pueden reclinarse casi por completo, mientras que el equipo de audio es provisto por Bang & Olufsen, de serie con 8 parlantes u opcional con 18 parlantes y 1800 V. La ambientación puede variar con revestimientos en color negro o beige, detalles el aluminio o madera, según la versión elegida.
Mecánicamente, Ford promete una profunda renovación en los motores, aunque no reveló cifras precisas: bien al estilo norteamericano, predominan las opciones nafteras, con un nuevo V8 de 6.8 litros más el V8 Godzilla de 7.3 litros que debería superar los 430 CV y 643 Nm de torque del actual. Tampoco falta la opción diésel, un Power Stroke V8 de 6.7 litros con una potencia que rondaría los 475 CV y 1.422 Nm de torque. En todos los casos, la transmisión es la conocida caja automática con convertidor de par de 10 velocidades y sistema de tracción integral 4×4 con reductora y bloqueo de diferencial. Además, dispone de seis modos de conducción: Normal, Eco, Tow/haul, Trail (4×2), Off Road (4×4), Slippery y Rock Crawl.
Su llegada a los concesionarios norteamericanos está prevista para los próximos meses. Lamentablemente no está prevista su llegada a Argentina, aunque el segmento de full size Ford lo tiene cubierto con la F-150 Lariat, la F-150 Hybrid y la F-150 Raptor.
