La electrificación es uno de los pilares de la actual estrategia de Ford y también a futuro, es por eso que de cara a los próximos años la compañía del óvalo quiere lograr una mayor independencia y contar con sus propios elementos a la hora de desarrollar nuevos vehículos eléctricos. Como ya se sabe, actualmente la compañía mantiene una alianza con Volkswagen mediante la cual, además del desarrollo de vehículos comerciales, también implica compartir la plataforma modular MEB. Tener un socio era algo esencial hasta ahora ya que permitía compartir los enormes gastos que implica la creación de una plataforma para EV’s, sin embargo, a medida que la transición avanza y que la marca puede solventar sus propios gastos, ya puede permitirse pensar en solitario.
Es en esto en lo que están trabajando desde la firma estadounidense y todo parece indicar que uno de los primeros pasos será redefinir las cláusulas del acuerdo con Volkswagen para luego sí pasar a una independencia total y que cada compañía siga su rumbo. Así lo dio a entender Martin Sander, Director de Vehículos Eléctricos de Ford Europa en una entrevista con el Financial Times. En ese sentido, la marca del óvalo ya tendría casi lista una nueva plataforma que no será compatible con la MEB: “El nuevo sistema no tiene ningún tipo de integración, es muy versátil, muy capaz. Estamos explorando todo tipo de oportunidades, hasta dónde podemos llegar, qué tipo de segmentos podemos cubrir con esto”, anticipó. Eso sí, no será introducida a corto plazo sino en una próxima generación, después de 2025. De hecho, Ford ya tiene listo el primer vehículo creado sobre la arquitectura MEB: será un C-SUV que utilizará varios componentes en común con el Volkswagen ID.4 como sus motores y baterías, pero que contará con un diseño completamente diferenciado.
El principal motivo para modificar o incluso finalizar el acuerdo entre ambas automotrices es, sobre todo, una cuestión de competencia: Volkswagen, al ser propietaria de la plataforma cuenta con una ventaja a la hora de desarrollar primero sus productos, además estos nuevos modelos compiten/competirán en los mismos segmentos que sus pares de Ford, por lo que podrían canibalizar sus ventas entre sí.
Por el momento, donde sí se mantendría intacta la alianza es en vehículos comerciales y es que, al menos desde el lado de la firma estadounidense, se da una situación inversa ya que ella es propietaria de las plataformas y componentes que utiliza la compañía con sede en Wolfsburg. Otro indicio de que la alianza entre ambas automotrices puede quebrarse es que hace algunos meses atrás se cayó el acuerdo para el desarrollo en conjunto de tecnología para sistemas de asistencia y conducción autónoma.