Lo que hasta ahora eran sólo rumores finalmente se terminó confirmando. A través de un comunicado, General Motors anunció que el Chevrolet Camaro de sexta generación finalizará su producción en enero de 2024, poniendo así el cierre a un ciclo que lo vio resurgir, tuvo su momento de auge y ahora atraviesa su última etapa con una demanda que fue cayendo año tras año. Afortunadamente, el muscle car de la firma del moño se despedirá como se lo merece, con una serie especial denominada Collector’s Edition de la que se conocerán todos los detalles más adelante y al menos su espíritu tendrá continuidad en un futuro deportivo 100% eléctrico.
Tal como señalamos anteriormente, la compañía no brindó mucha información sobre la serie de despedida, sólo una serie de imágenes en la que se observa a una unidad bastante oculta entre las sombras. Se espera que cuente con accesorios y detalles estéticos exclusivos, inspirados en la primera generación del muscle car y desarrollado sobre la versión ZL1. Sobre su futuro, la firma estadounidense sólo aclaró que “este no será el capítulo final del modelo”, abriendo la puerta a un posible muscle car o incluso una berlina deportiva eléctrica como el FNR-XE concept.
Vale recordar que actualmente no es el mejor momento para el Camaro: el muscle car del moño fue desplazado del segundo lugar en ventas y su demanda está cayendo. A modo de referencia, el 2020 fue su peor registro comercial en 20 años, con apenas 29.775 unidades entregadas, un 38,3% menos en comparación con los patentamientos del año anterior, que tampoco había sido un buen año.
Como ya se sabe, General Motors está embarcada en un importante proceso de electrificación, una transición que prevé completar entre 2030 y 2035 a nivel global. En ese sentido, en lugar de desarrollar un muscle car eléctrico como Dodge, la propuesta de Chevrolet sería un sedán eléctrico con mucha tecnología, siguiendo un concepto semejante al del Tesla Model S. En el peor de los casos, su lugar podría ser ocupado incluso por un SUV. De cualquier manera, lo que sí parece seguro es que la denominación Camaro desaparecerá con esta generación, para quedar como un símbolo dentro de la era de los autos con motor de combustión, una idea que tiene sentido y que no disgustará a los fanáticos más puristas que probablemente se horrorizarían si GM bautiza como Camaro a un eléctrico.
Solo que ya lo lo hagan tan feo del exterior,,,pilas los diseñadores