La primera generación del WR-V fue, curiosamente, bastante precursora de los actuales crossovers: Honda vistió al Fit con aspecto aventurero y aunque parecía una buena idea considerando que estas variantes comenzaban a eclosionar en el mercado, el resultado no fue el esperado y nunca logró destacarse en ventas, criticado además por algunos faltantes de seguridad. Decidida a cambiar esa historia, la firma nipona cambió completamente de rumbo y la segunda generación –que en realidad sólo tiene en común el nombre-, pasó a ser un auténtico B-SUV que fue presentado a fines del año pasado en el sudeste asiático.
Finalmente, tras varios meses de espera, el nuevo WR-V acaba de ser lanzado en Malasia, uno de sus principales mercados, lo que permite conocerlo más en detalle, con nuevas fotografías tanto del exterior como del interior. Basado en la plataforma del nuevo City, mide 4.060 mm de largo, 1.780 mm de ancho, 1.608 mm de alto y cuenta con una distancia entre ejes de 2.485 mm, es decir, dimensiones que lo posicionan en la franja inferior del segmento B-SUV, bien por debajo de la nueva HR-V pero en línea con rivales como el Renault Kiger, Nissan Magnite, Hyundai Venue o Toyota Raize.
Estéticamente, tal como lo mostraban las filtraciones y lo adelantó el RS SUV Concept, el sector frontal cuenta con una parrilla de formato hexagonal con una suerte de máscara o marco que se une a los faros, bastante similar al que podemos encontrar en la nueva CR-V. Por debajo dispone de una gran toma de aire y el marco de las luces antiniebla en los extremos del paragolpes. Como todo Sport Utility, para darle una imagen más aventurera posee protecciones en plástico negro y apliques en color aluminio en la parte inferior de la carrocería.
De perfil se asemeja al HR-V pero obviamente con menores proporciones, con trazos simples y el detalle de contar con la manija de las puertas traseras escondida en el marco de la puerta. Por último, en la parte trasera se destacan los faros finos y alargados que se extienden sobre el portón, junto con un spoiler de techo y protecciones en la parte baja del paragolpes.
Puertas adentro se observan algunas curiosidades: el diseño del tablero es parecido a la saliente generación de la CR-V, mientras que el volante es similar al del ya discontinuado Civic X, por lo que toma distancia de los últimos productos presentados por la marca, aunque aún así luce moderno. Dispone de instrumental analógico/digital, climatizador automático yuna pantalla táctil de 7” para el sistema multimedia, compatible con Android Auto y Apple CarPlay. Entre sus principales ítems de equipamiento, posee seis airbags, control de tracción y estabilidad, control de velocidad crucero adaptativo, asistente de mantenimiento de carril, faros de Led, llave presencial con encendido por botón y cámara de retroceso.
Mecánicamente, revela su parentesco con el City: se ofrece con una única motorización naftera 1.5 i-VTEC que desarrolla 121 CV y 14,8 kgm de torque, acoplado a una caja automática CVT, siempre con tracción delantera. Por el momento no se habla de opciones híbridas o con doble tracción.
¿Llegará a nuestra región? Si bien se trata de un producto interesante y que podría competir con el Fiat Pulse, Volkswagen Nivus o el futuro Toyota Yaris Cross regional, sus posibilidades de arribar a Sudamérica son escasas. Aunque Honda produce su plataforma y otros componentes en Brasil, en el país vecino ya compite en el segmento B con el City –hatch y sedán-, además de que la compañía decidió enfocarse en segmentos y franjas más lucrativas con productos como las nuevas HR-V, ZR-V y CR-V.
lindo frontal. lo demás muy genérico