Presentado a mediados de junio, el Rafale se convirtió en la nueva nave insignia de Renault en Europa, un SUV coupé que complementa a los también recientemente lanzados Austral y Espace, pero con un diseño más arriesgado que anticipa cómo se verán los futuros productos de la marca y que sin dudas llevan la firma de Gilles Vidal, ex diseñador de Peugeot. En aquel momento, la compañía francesa sólo presentó una opción mecánica, un sistema híbrido de 200 CV y tracción delantera, pero se sabe que la plataforma y el producto dan para mucho más, es por eso que más pronto que tarde se unirá a la gama una variante híbrida enchufable que justamente acaba de ser fotografiada en el Viejo Continente.
A diferencia de otras “apariciones” de este tipo, el Rafale PHEV no contaba con ningún tipo de camuflaje y es que tampoco se diferenciará demasiado del resto del portfolio. Claro que al ser la versión tope de gama y más deportiva contará de serie con las terminaciones Esprit Alpine que le otorgan un aspecto más agresivo, pero a nivel de diseño la única manera de distinguirlo será por el puerto de carga adicional, ubicado por detrás del pasarruedas trasero.
La novedad más importante será por supuesto su mecánica: en este caso, el conjunto híbrido formado por el motor naftero 1.2 TCe y los dos motores eléctricos entregará un importante plus de potencia, pasando de 200 a 300 CV, a la vez que se aprovecharán los impulsores eléctricos para ofrecer tracción integral. Asimismo, la batería será más grande que en la versión híbrida convencional, contando con mayor capacidad y por lo tanto, más autonomía: se habla de más de 40 kilómetros en modo 100% eléctrico.
El resto de sus características serán idénticas al Rafale híbrido: en el sector frontal se destacan los faros principales finos y alargados junto con una parrilla de importante tamaño y de formato trapezoidal, mucho más grande que la que estamos acostumbrados a ver en otros productos de la compañía. También llaman la atención las luces de circulación diurna, con un marco triangular y una firma luminosa en forma de flecha. Sin embargo, también es innegable el parecido a modelos de Peugeot como el 3008, 308 y 408, lo cual tiene una explicación: el SUV de Renault es obra de Gilles Vidal, ex jefe de diseño de la firma del león.
De perfil tienen protagonismo los trazos rectos y marcados, especialmente a la altura de los pasarruedas, así como la línea de cintura ascendente hacia el pilar C y su silueta con un remate posterior más inclinado tipo fastback, dándole la típica forma de un “SUV coupé” y una impronta propia. Por último, el sector trasero se caracteriza por los faros, también en forma de flecha y un gran aplique de color negro en el paragolpes a modo de difusor.
Puertas adentro sí transmite un estilo típicamente Renault, ya que toma el estilo del Mégane E-Tech Electric, Austral y Espace: cuenta con dos enormes pantallas en forma de L, una en horizontal para el instrumental y otra en vertical, pero unidas entre sí, para el sistema multimedia y la climatización. En este caso la ambientación deportiva está dada por los revestimientos en cuero/alcantara de color negro, con algunos detalles en azul para las versiones que llevan el sello Alpine. Las salidas de aire se extienden sobre el sector del acompañante y toda la plancha frontal y gran parte del habitáculo está iluminado con luces ambientales que pueden variar su tonalidad de acuerdo al gusto del conductor. Mención aparte para el enorme techo panorámico, que en lugar de disponer de una cortina, posee un sistema que varía su opacidad.
Desarrollado sobre la plataforma CMF-CD, sus medidas se acercan a las del nuevo Espace: mide 4,71 metros de largo, 1,86 metros de ancho, 1,61 metros de alto y posee una distancia entre ejes de 2,74 metros.
Su llegada al mercado europeo se concretará en 2024, producido en la planta española de Palencia. Por el momento, no hay rumores sobre su posible arribo a nuestra región.
Es un horror