La estrategia de Citroën de posicionarse como una marca más accesible ya le está dando buenos resultados, especialmente en cuanto a nuevos productos: el flamante ë-C3, la cuarta generación del hatchback que en el Viejo Continente se comercializará en la mayoría de los países sólo con mecánicas eléctricas, tuvo una aceptación inmediata por parte del público y ya lleva más de 10.000 pedidos, lo que obligó a la compañía a extender el período de preventa por más de un mes, pasando del 17 de diciembre al 31 de enero de 2024 por lo que los interesados podrán seguir reservando su unidad hasta esa fecha, aunque las primeras entregas recién están previstas para el segundo trimestre del año.
Además de su diseño y equipamiento, una de las claves del ë-C3 es su precio, que arranca en 23.800 euros –sin descuentos o incentivos del gobierno-, bastante por debajo de los 25.000 euros de la mayoría de los futuros vehículos eléctricos accesibles en los que están trabajando Volkswagen –con el ID.2- y Renault –con el R5-.
Con cierto parecido o bajo un concepto bastante similar al C3 brasileño, el modelo europeo tiene un diseño más logrado, superficies de la carrocería con formas más trabajadas y terminaciones mucho más llamativas que buscan alejarlo de una imagen low cost, aunque se ubica por debajo del Peugeot 208 o del Opel Corsa. Donde más toman distancia es en el sector frontal, donde el del Viejo Continente posee un estilo inspirado en el concept Oli, especialmente en el formato y la firma luminosa de los faros, en forma de C invertida. También cuenta con una parrilla más fina y alargada y estrena el renovado emblema de Citroën, con el característico doble Chevron, pero ahora enmarcado en un óvalo. Por debajo, el paragolpes cuenta con una gran toma de aire central donde se ubican también los faros antiniebla y dos canalizadores en los extremos.
De perfil es donde los dos modelos más se parecen ya que su silueta es similar, aunque como señalamos anteriormente, el europeo tiene un mejor tratamiento de las superficies de la carrocería, con formas más elaboradas. El parecido se vuelve a hacer notar en la parte trasera, pero en este caso con faros con formas más rectas, con tecnología Led, así como también en el diseño del paragolpes y el nuevo logo de la marca destacándose sobre el portón.
Donde no se parecen prácticamente en nada es el interior: allí el nuevo C3 le saca años luz de distancia a su par brasileño: lo único que comparten son las salidas de aire de los extremos del tablero y el formato de la pantalla del sistema multimedia. El tablero es mucho más vistoso, con un estilo más tridimensional dividido en dos o tres niveles y el instrumental ubicado bastante más arriba de la posición habitual, como una suerte de head-up display e imitando el concepto i-Cockpit de Peugeot. También es nuevo el diseño del volante multifunción. Si bien todo el habitáculo está construido con plásticos rígidos, se nota mayor presencia de superficies revestidas en tela, realzando un poco más su imagen de calidad percibida.
Mención aparte para su equipamiento: puede ofrecer climatizador automático, sistema de frenado autónomo de emergencia, advertencia de cambio de carril involuntario, detector de fatiga, reconocimiento de señales de tránsito, 6 airbags, control de velocidad crucero y limitador, freno de estacionamiento eléctrico, asistente de estacionamiento y cámara de retroceso, entre otros ítems.
Desarrollado sobre la plataforma Smart Car –una evolución o variante específica de la CMP/eCMP-, en la mayoría de los países de Europa el C3 será comercializado sólo en versiones 100% eléctricas, denominadas ë-C3. Están impulsadas por un motor de 113 CV (83 kW), alimentado por un paquete de baterías de litio-hierro-fosfato (LFP) de 44 kWh de capacidad, lo que le permitirá recorrer hasta 320 kilómetros con una sola carga. La velocidad máxima es de 135 km/h (limitada electrónicamente) y puede acelerar de 0 a 100 km/h en unos 11 segundos. A la hora de su recarga, puede pasar del 20 al 80% en menos de 30 minutos ya que admite cargadores rápidos de hasta 100 kW de potencia. Más adelante se sumaría una opción más accesible, con 200 kilómetros de autonomía.