La actual generación es un éxito a nivel global y se mantiene como uno de los productos más vendidos de Toyota. Sin embargo, el paso de los años ya se hace sentir y con la renovación de algunas de sus rivales e incluso de su prima norteamericana, la Tacoma, la llegada de la nueva generación se está haciendo esperar. Desde la marca japonesa consideran que todavía le quedan algunos años por delante y para que siga siendo competitiva y estirar su ciclo comercial, acaba de recibir un leve rediseño en Australia que probablemente se extienda al resto del mundo.
El retoque es bastante sutil pero alcanza para darle una imagen actualizada a la pick up: se renovó la parrilla, ahora con un entramado tipo panal de abejas hasta la mitad y de barras horizontales en la parte inferior. Otro cambio importante es que perdió el exagerado marco cromado de la serie actual. El paragolpes cuenta con trazos rectos más marcados, aunque mantiene parte del estilo actual, mientras que los faros recibieron una leve modificación en la firma luminosa.
En cuanto a equipamiento, en el mercado australiano, las versiones SR incorporaron sensores de estacionamiento delanteros y traseros. Las variantes híbridas sumaron climatizador automático bizona, acceso/encendido sin llave, cargador inalámbrico y puertos USB para las plazas traseras, entre otros ítems. Por supuesto, conserva el paquete de sistemas de asistencia a la conducción Toyota Safety Sense compuesto por el control de velocidad crucero adaptativo, sistema de pre-colisión frontal y frenado automático de emergencia, alerta de cambio de carril involuntario y asistente de luces automático, además de los 7 airbags y controles de tracción y estabilidad.
Tampoco hay novedades en su mecánica, manteniendo los conocidos motores 2GD de 2.4 litros y 150 CV y el 1GD 2.8 de 204 CV y 500 Nm de par, disponible con caja manual de 6 marchas o automática, también de 6 velocidades. Cabe destacar que desde el año pasado se agregó la inédita versión híbrida: en realidad recurre a un sistema mild-hybrid (micro-híbrido) con un motor de arranque de 48V –que genera unos 16 CV y 6 Nm de torque-, conectados entre sí mediante una correa y un tensor, más una batería de iones de litio de 7,6 kilos que está ubicada debajo del asiento trasero y almacena la energía recuperada durante el frenado. No hay modificaciones en el rendimiento, ya que continúa entregando los 204 CV y 500 Nm de par, pero el sistema sí actúa durante aceleraciones fuertes, ayudando a aumentar la capacidad de tracción del vehículo y reduciendo las emisiones. También el sistema mild-hybrid alimenta los sistemas eléctricos del vehículo cuando el motor de combustión se encuentra apagado o con la función Start&Stop activada. Así, según destaca la marca, puede lograr una reducción del consumo del 10%.
Otro aspecto en el que hace énfasis la compañía es que todos los componentes están debidamente protegidos, por lo que todas las capacidades de la pick up se mantienen intactas: la capacidad de vadeo sigue siendo de 70 centímetros, la capacidad de carga es de 1.000 kilos y la de remolque, de 3.500 kilos.
Por el momento, estas novedades fueron presentadas en el mercado australiano, pero estimamos que próximamente también serán incorporadas por la Hilux producida en la planta de Zárate, inclusive la variante mild-hybrid, sobre la que se viene hablando desde hace tiempo.
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