Más allá de que en nuestro mercado los impuestos internos y las trabas a las importaciones limitaron sus ventas, la Chevrolet Equinox es uno de los productos más vendidos de la marca del moño a nivel global, por lo que la compañía tiene grandes expectativas en su nueva generación, que renovó por completo su diseño y tecnología. Sin embargo, los planes no van tan bien como General Motors quisiera y el inicio de su producción se retrasará hasta junio.
Así lo asegura la web GM Authority, una de las más precisas a la hora de develar datos y proyectos de la firma estadounidense. El C-SUV seguirá fabricándose en la planta mexicana de San Luis Potosí para abastecer inicialmente a todo América del Norte y luego a otros mercados –entre los que están Brasil y Argentina-, pero los trabajos de actualización y mejoras en la planta demoraron más de la cuenta, lo que llevó a reprogramar el comienzo de la fabricación en serie de la Equinox, que recién estará lista casi seis meses después de su presentación oficial.
Estéticamente, la Equinox convencional –valga la aclaración, teniendo en cuenta que la marca también cuenta ahora con la Equinox EV- deja de lado las líneas redondeadas y apuesta por una apariencia más robusta y agresiva, con trazos más rectos y marcados en los laterales y pasarruedas, que cuentan con protecciones en plástico de color negro, mientras que en el sector frontal se destaca la enorme parrilla y faros divididos, un recurso del que ya hace gala el modelo actual pero que en este caso ganará una imagen más deportiva, al estilo de la nueva Montana o de sus pares norteamericanas Trax, Trailblazer y Traverse. Según la versión, varía el diseño de las llantas de aleación –que pueden ser de 17 a 20” y ofrece además la posibilidad de contar con el techo en contraste. Al igual que en nuestra región, habrá variantes RS con estética más deportiva, Activ con estilo más aventurero y Midnight, con numerosos detalles en negro.
Puertas adentro, el cambio también es total: como en el exterior, se destaca por un diseño con trazos más rectos y de estilo tridimensional, con dos enormes pantallas unidas entre sí, una para el instrumental y otra para el sistema multimedia. Por debajo se ubican las salidas de aire y los mandos del climatizador bizona. Por supuesto incluye más sistemas de asistencia a la conducción como el control de velocidad crucero adaptativo, frenado autónomo de emergencia, alerta de colisión frontal, detector de peatones y ciclistas, indicador de distancia de seguimiento, asistente de mantenimiento de carril y luces altas automáticas IntelliBeam, entre otros ítems.
En cuanto a su mecánica, mantiene el conocido motor naftero Ecotec 1.5 turbo. Internamente conocido bajo el código LYX, entrega 172 CV a 5.600 rpm y 27,8 kgm de torque a 2.000 rpm. La novedad es que las versiones con tracción simple se acoplan a una caja automática CVT, mientras que las opciones con tracción integral equipan una transmisión automática con convertidor de par de 8 velocidades. Todas cuentan con selector de modos de conducción (Normal, Nieve y Off Road). No está prevista la incorporación de variantes híbridas ni tampoco eléctricas ya que para ello, la marca ofrece su alternativa Equinox EV, desarrollada sobre la plataforma Ultium.
Considerando este cambio en los planes de producción y comercialización del C-SUV, su llegada a los concesionarios de América del Norte se dará durante el segundo semestre de este año, mientras que su arribo a nuestra región quedará postergado inevitablemente para 2025.