Era una de las novedades más esperadas de la marca alemana y finalmente, un par de semanas después de la presentación del facelift del Clase G tradicional, Mercedes-Benz anunció la fecha de presentación de la variante 100% eléctrica, que será denominada EQG y que sin dudas representará un antes y un después para su mítico todoterreno: será develado el 24 de abril.
Sí, en poco más de dos semanas por fin saldrá a la luz esta versión que, como lo anticipaban las imágenes oficiales –con unidades camufladas por supuesto-, al parecer será prácticamente idéntico a las variantes con motor de combustión. El vehículo de las imágenes es el EQG y con esto queda claro que la compañía no quiere que se diferencie de las versiones de combustión que tanto reconocimiento tienen. De hecho, las particularidades o características estéticas exclusivas son las mínimas e indispensables: en lugar de la parrilla tradicional, sólo cuenta con dos barras horizontales para la entrada de aire más la toma de aire inferior del paragolpes. De perfil sólo cambiará el diseño de las llantas –parcialmente carenadas para una mayor aerodinámica-, el puerto de carga, la ausencia de salidas de escape y el cobertor de la rueda de auxilio, que en este caso pasa a ser más “cuadrado” por lo que en lugar de un neumático, en su interior podría alojar un cargador como lo anticipaba el concept.
Puertas adentro, como era de esperarse, no hay cambios con respecto al Clase G que en su última generación se destacó por el salto en modernidad que dio, con un enorme display –dos en realidad, de 12,3” cada una- para el instrumental y para el sistema multimedia, salidas de aire tipo turbina de avión junto con materiales y terminaciones de primer nivel, prácticamente artesanales.
Claro que lo más interesante es su mecánica. Para no desentonar con su tradición off road, el EQG contará con cuatro motores –uno en cada rueda-, permitiendo repartir el torque y la potencia de manera individual. La transmisión corre por cuenta de una caja automática de dos velocidades, una de las cuales es para uso fuera del asfalto, ya que funciona como una reductora. Las cifras de potencia, par y la capacidad de las baterías –que serán de silicio-, así como su autonomía, por ahora son un misterio, pero se habla de unos 500 CV y más de 400 kilómetros con una sola carga tomando como referencia otros eléctricos de la gama EQ. Conservar sus capacidades todoterreno es tan importante para la marca que asegura que el EQG será capaz de subir al Schöckl, una montaña de Austria de 1.445 metros de alto con pendientes de hasta 60º, escenario donde fue probado el prototipo.
Otra particularidad es que, a diferencia de otros eléctricos de la marca, no utilizará la plataforma modular EVA 2.0, sino que conservará el chasis del Clase G, aunque con varias modificaciones para adaptar su mecánica eléctrica. También ofrecerá la función G-Turn, que le permitirá girar casi sobre su propio eje, facilitando las maniobras en espacios reducidos.