Es la gran y renovada apuesta de la firma de Munich para el segmento C y tiene el objetivo de aumentar las ventas de su antecesor. Tras su presentación hace algunas semanas atrás, BMW anunció que ya inició la producción del nuevo Serie 1 en la planta de Leipzig, una de las más modernas de la compañía y donde también se fabrican el Serie 2 Gran Coupé, Serie 2 Active Tourer y el nuevo MINI Countryman.
De acuerdo al comunicado oficial, la primera unidad de la cuarta generación en salir de la línea de montaje fue una unidad de la versión 120 de color Alpine White, que será entregada a un cliente de Alemania. El complejo industrial posee actualmente una capacidad de producción de hasta 1.300 unidades diarias o 350.000 anuales gracias a las numerosas inversiones que fue recibiendo desde 2018 para incorporar más productos y tecnología, así como también mayor cantidad de operarios. Según las estimaciones de la compañía, a finales de este año, contará con un staff de alrededor de 7.000 colaboradores.
Presentado a principios de junio y con su llegada a los concesionarios europeos prevista para octubre. A nivel de diseño, los cambios están claramente a la vista. El Serie 1 adoptó un sector frontal más lanzado, con los faros ubicados en una posición más elevada y con una nueva firma luminosa de barras verticales. La icónica parrilla del doble riñón mantiene su formato, pero incorpora una grilla que en las versiones convencionales cuenta con barras horizontales y diagonales, mientras que en la M135 sólo posee dos barras horizontales en el centro. El paragolpes recibió una nueva toma de aire trapezoidal y dos canalizadores de aire en los extremos. De perfil, su silueta es bastante similar al modelo anterior, salvo las diferencias en el frente, así como también el agregado de un aplique detrás de la ventanilla trasera, justo en el arco Hofmeister, que ahora cuenta con el 1 estampado, en obvia referencia a la Serie. Por último, en la parte trasera los faros son más horizontales y el símil difusor ocupa una mayor porción del paragolpes.
Donde también da un gran salto es en el interior: el tablero fue completamente replanteado e incorpora el BMW Curved Display, formado por dos pantallas de 10,25 y 10,7 pulgadas unidas entre sí, una para el instrumental y otra para el sistema multimedia. Esto hizo que se redujera la cantidad de mandos físicos y se rediseñaran las salidas de aire, con un estilo inspirado en el Serie 5 o el excéntrico XM.
Mecánicamente, se mantiene gran parte de la gama de motorizaciones del modelo actual pero con el agregado de un sistema mild-hybrid de 48V y una leve pérdida de potencia y torque para adaptarse a las normativas de emisiones. Inicialmente, se ofrece en cuatro opciones, 120 con el propulsor 1.5 TwinPower Turbo de 170 CV (antes 178 CV); 118d –diésel- de 150 CV, 120d de 163 CV (antes 190 CV); y el M135 xDrive, con el 2.0 TwinPower Turbo de 300 CV y 400 Nm de par (antes 306 CV y 450 Nm de torque), en todos los casos acoplado a la caja automática Steptronic Sport de doble embrague y 7 velocidades. Todas cuentan con tracción delantera a excepción de la más potente, equipada con el sistema de tracción integral xDrive.
Para verlo en nuestro país, estimamos que habrá que esperar hasta principios de 2025, ya que primero apuntará a llegar a los países del Viejo Continente, donde ya se habilitaron las reservas.