Tras la celebración por sus 125 años, Fiat comienza esta nueva etapa justamente con el primer producto que representará este salto hacia el futuro: el Grande Panda, que será un modelo global y que ya comenzó a fabricarse en la planta de Kragujevac, en Serbia, aún en etapa de pre-serie ya que el inicio de la producción de manera oficial y en serie está prevista para octubre.
La primera versión en salir de la línea de montaje de esta histórica planta –que fabricó entre otros autos al Yugo en épocas de la Unión Soviética- es la 100% eléctrica, que apunta a tener mayor relevancia en Europa, aunque también se ofrecerán opciones con motor de combustión.
Al respecto, Carlos Tavares, director general de Stellantis, afirmó:«Sabemos que nuestra responsabilidad es escribir un capítulo más de Fiat en este país. Fiat ya estuvo presente aquí en 1950, y tenemos la responsabilidad de seguir avanzando». Por su parte, Aleksandar Vu?i?, presidente de Serbia, destacó: «Ya nos estamos preparando para el próximo modelo. Si no tenemos éxito en este proyecto, si no conseguimos un buen precio y hacemos todo lo necesario para que este auto, esta belleza, sea un éxito en el mercado, no tendremos otra oportunidad. Además, queremos un hijo, un nieto y un bisnieto del Grande Panda, queremos producir coches durante muchos más años y décadas aquí, en Kragujevac».
Desarrollado sobre la plataforma SmartCar (antes llamada CMP/eCMP), compartida con el Citroën C3 europeo, el Grande Panda toma distancia y personalidad propia frente al producto de la marca francesa. Estéticamente, su exterior está inspirado en la primera generación del hatchback y cuenta con numerosos guiños al modelo original, comenzando por sus formas cuadradas. En el sector frontal se destacan los faros rectangulares con una firma luminosa en forma de píxeles, con el emblema de Fiat ubicado a la derecha de la parrilla. Por debajo se ubica una toma de aire parcialmente carenada que también sigue el patrón de píxeles y protecciones plásticas que recorren todos los bajos de la carrocería y los pasarruedas.
De perfil justamente conserva las formas cuadradas y una silueta que también recuerda al Panda de la década del 80, con una línea de cintura alta y un aplique en el pilar C, justo donde termina la ventanilla trasera que posee el logo de la marca pero que, dependiendo de la perspectiva con que se lo mire, también dibuja el clásico emblema de las cuatro barras que identificó a la compañía entre los 80 y 90. Además, el nombre del modelo está estampado en relieve en la parte baja de las puertas, mientras que las llantas de aleación también están inspiradas en las de la primera generación. Por último, el remate posterior es bastante simple, con una luneta recta, faros rectangulares con su firma luminosa cuadriculada y una generosa defensa en la parte inferior del paragolpes, lo que sumado a las barras de techo y a su despeje, le dan un decidido aire aventurero o de crossover.
Puertas adentro, tomando la silueta del circuito ubicado en la terraza del icónico edificio Lingotto, las pantallas del instrumental y del sistema multimedia están enmarcadas por esta reinterpretación de la pista oval, complementado a su vez por formas tridimensionales y geométricas. La plancha frontal tiene forma de cilindro, mientras que las salidas de aire son cubos rectangulares. Todo con un toque de color que le aporta personalidad y luminosidad contrastando con el color negro predominante en los paneles de las puertas y butacas. El volante también es de nuevo diseño, con el centro más cuadrado y nuevos comandos multifunción.
Tal como señalamos anteriormente, comparte con el producto del doble chevrón la plataforma Smart Car (CMP), por lo que también ofrece su misma gama de motorizaciones: en Europa para la opción de entrada de gama, estará disponible el propulsor PureTech 1.2 de 100 CV, acoplado a una caja manual de 6 marchas. La segunda opción para quienes no quieran pasarse a la electrificación total es una versión micro-híbrida, que combina el motor PureTech 1.2 de 100 CV y 205 Nm de par, con un sistema mild-hybrid de 48V y que en este caso, se asocia a una caja automática de doble embrague de 6 velocidades. Por último, la variante 100% eléctrica cuenta con un motor de 110 CV y batería LFP de 44 kWh de capacidad, que le proporciona una autonomía de hasta 320 kilómetros según el ciclo WLTP.
ESPERO QUE LA GARANTIA SE HAGA CARGO NO COMO EL CRONOS QUE CON 5000KM TUVE PROBLEMA DE CAJA Y SIGO IGUAL SIN SOLUCION LA VERDAD PENSE QUE ERA OTRA COSA SI ME PREGUNTA QUE TAL EL CRONOS DEJA MUCHO QUE DESEAR