McLaren es hoy por hoy la escudería a batir en la Fórmula 1. Aproechando este regreso al éxito de la firma británica, la compañía presentó el nuevo W1, su flamante hypercar que continúa la saga del P1 y que a la vez fue iniciada a principios de los noventa con el icónico F1, que más de 30 años después, sigue siendo uno de los deportivos más codiciados por los coleccionistas.
Estéticamente, el W1 muestra una clara evolución con respecto a su antecesor, en este caso con trazos algo más rectos en lugar de las líneas redondeadas del P1. Sí mantiene las formas angulosas y numerosas tomas de aire en toda la carrocería, así como un esquema de pintura bitono que en la unidad de las fotos de prensa remite a los colores de la escudería: el naranja “papaya” en contraste con el color negro, que a la vez camufla numerosas piezas de fibra de carbono.
En el interior también se destaca esta combinación de formas angulosas con otras de aspecto tridimensional y detalles que apuntan a reducir el peso. Una curiosidad es que las butacas son fijas y lo que se regulan son la columna de dirección y los pedales. Cuenta además con instrumental digital configurable por el conductor y una pantalla táctil de 8” compatible con Android Auto y Apple CarPlay.
Por supuesto que lo más interesante está en su mecánica: el McLaren W1 está impulsado por un nuevo motor naftero V8 de 4.0 litros, biturbo y con asistencia eléctrica. Desarrolla 1.275 CV y ??1.360 Nm de par, lo que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 2,7 segundos y alcanzar una velocidad máxima limitada electrónicamente de 350 km/h.
Más allá del V8, también cuenta con un sistema electrificado que asiste al motor de combustión. El nuevo V8 entrega por sí mismo 928 CV, pero está acompañado de un E-Module, compuesto por un motor eléctrico de flujo radial, una unidad de control del motor y una batería de 1,4 kWh, que aporta otros 347 CV y permite al hypercar circular en modo eléctrico durante 2,5 kilómetros.
Semejantes cifras de potencia y par son enviadas a las ruedas traseras a través de un diferencial electrónico y la transmisión automática de ocho velocidades con marcha atrás eléctrica. Además, posee un alerón trasero «Active Long Tail» inspirado en el F1 GTR de 1997, que mejora la resistencia y aumenta la carga aerodinámica. Asimismo, un canalizador de flujo de aire instalado en el techo envía aire fresco al compartimiento del motor, mientras que los alerones delanteros y traseros activos ayudan a generar 350 kg y 650 kg de carga aerodinámica respectivamente en el modo Race. En este mismo modo, el despeje se reduce 3,8 cm delante y 1,8 cm atrás, mientras que el alerón se extiende hasta 30 cm. También funciona como freno aerodinámico en caso de frenadas bruscas.
Con un precio de nada menos que U$S 2,1 millones, sólo serán construidas 399 unidades. Lamentablemente, si alguien contaba con el efectivo, también será imposible adquirir una ya que todas fueron reservadas antes de su presentación.